miércoles, 31 de octubre de 2018

Susurros en la escuela



Una experiencia de mediación de poesía en la Escuela Secundaria

Este año  otra vez se organizaba en el colegio  "Bla,bla, bla: Feria del Libro y la Palabra", y queríamos que hubiera más participación de los alumnos. Es por eso que les propuse a mis alumnos sumarnos con una intervención poética.

Este evento, que comenzó hace 4 años atrás, fue creciendo año a año, y conquistando la participación tanto de la comunidad del Liceo, como de los vecinos y otros espacios culturales. 

En gran parte el crecimiento se debe al gran aporte que realiza el Circuito Cultural Marcos, y  otros colectivos barriales. Este conjunto de personas, en principio desconocidas, reunidas con el objetivo común de promover la cultura en todas sus formas, ha sido fundamental por el apoyo que nos brindaron. 

El festival es un encuentro de voluntades para  fomentar la cultura y la palabra, en donde se produce una sinergia que nos enriquece como comunidad educativa y al mismo tiempo, nos impulsa a saltar las paredes de la escuela y establecer conexiones con el propio barrio y otros cercanos

Acá pueden ver un algunas imágenes de todo lo que ocurrió este último 12 de mayo ( mucho y muy variado), y toda la gente que intervino para que realmente se transformara en una fiesta de la palabra.

https://www.facebook.com/circuitoculturalmarcos/videos/679266065798285/

Pero quería contarles de nuestra primera experiencia de animarnos a susurrar para otros.

Fue una decisión de último momento, no exenta de coraje. Por un lado solo teníamos poco más de una semana para organizarnos, por otro, se los propuse al terminar una de mis clases de biología a mi grupo de alumnos de 2do año. 

Es curioso que no les haya resultado extraño esta propuesta viniendo de una profesora que no era el del área, y supongo que ocurrió porque desde que empezó el año habíamos establecido que en esta clase se leía de todo, incluyendo literatura.

Tïmidamente, lancé el desafío. Sabiendo que todavía no habían recorrido la poesía ese año, y que no sabían nada acerca de los susurradores. 

Su entusiasmo,fue el impulso que me faltaba, para decidirme a la clase siguiente a llevar los materiales.

Empezamos hablando de Mirta Colángelo. Compartí con ellas y ellos, este libro.

Todos los que me la mencionan suelen decir..."Ella era poesía". Se nota en esos dichos, el amor a su persona y la admiración por su obra.


Dice Cecilia Bajour,  en el prólogo del libro:

"La puesta en voz por medio del susurro, es en las palabras y en la acción propuestas por Mirta Colángelo, una invitación a reencontrarse con la oralización de la poesía, gesto que estaba en su origen y que vuelve así al aire, retorno a la respiración sonora que espera en las páginas escritas o en los nidos de la memoria."

En la escuela, donde a veces la poesía se nos olvida y el calendario nos corre, darle protagonismo, es hacer una pausa necesaria. 

Trastocar los gritos del patio, en susurros.

Mirta conoció al grupo "Les Souffeurs", los precursores de esta acción poética, por intermedio de Juan Lima. 

Lo cuenta así en su libro:

"Supe entonces que un grupo de artistas franceses en el año 2001 decidió hacer algo para desacelerar la locura del mundo. Me enteré de que salen con largos tubos de cartón, de esos que se usan en las sederías para envolver las telas, a susurrar poemas al oído de la gente. Se visten de negro, los tubos también lo son, y  a veces se atavían con sombreros y esgrimen grandes paraguas debajo de los cuales susurran a los niños en las calles."

Esta actividad, requiere muy poco. Unos poemas y un tubo de cartón. Un poco de pintura, creatividad, y quizás, bastante de pasión.

El manifiesto del grupo original nos dice mucho...

Les Souffleurs:

Susurramos
En el silencio de las bibliotecas
El zumbido de las mediotecas
El recogimiento de las librerías
...
El tumulto de las paradas de colectivos
El jaleo de los embotellamientos
El barullo de la humanidad
El estrépito del universo

... Para mí significa

La espera contra la prisa
El susurro vs los gritos
La poesía vs la violencia diaria


Que fuerte esta última frase, ¡tan necesaria!

Continúa la voz de Mirta Colángelo:

"Pienso en los tubos de los susurradores y creo que ellos también propician una trémula metamorfosis: la luz de la voz regalando un poema al oído es generadora de placer y seguro, mitigadora de penas, aventadora de naufragios..."

Las posibilidades que nos abre esta actividad, no se limitan al acto de susurrar, sino que comienzan en los preparativos en días previos.


En primer lugar seleccionar poesías que nos agraden, para regalar a otros, nos impulsa a conocer más del género, a llenar el espacio del aula de poemas y versos. 






Dedicamos un rato de la clase a esto. Llevé una selección de libros de poesía y para algunos fue su primer acercamiento al género. 

Para muchos, además,  fue llegar y quedarse. 

Acá algunos libros compartidos (los que no han sido prestados)


En la  Feria que organizamos, siempre destinamos un espacio al intercambio y venta de libros.

Justamente, los de poesía,  fueron para estos chicos, los más buscados.

En principio, todo el curso (unos 24 alumnos) seleccionaron los poemas pero no todos se animaban a susurrarlos, y no todos podían estar ese sábado en la escuela. Formamos un grupo de 4, incluyéndome,  (5, en realidad porque se sumo una alumna de otro curso), y comenzamos buscando un instrumento adecuado, a la medida de cada uno.

Tenían la opción de utilizar algunos de los susurradores que les llevé, pero decidieron apropiarse de ellos, y transformarlos o hacerlos a su medida.

 E...le puso nombre a su susurrador, (Jorge)  y después de ese primer día se lo quedó.


B hizo el suyo íntegramente, tenía forma de Faro, y al terminar se lo regaló a una amiga de otro curso

S escogió uno de los que tenía y terminó de decorarlo a su antojo el mismo día de la feria.

A Bru le presté uno de los míos.



Imprimimos los poemas escogidos en pequeñas cartulinas de color, y cada uno se quedó con algunos para susurrar a la gente que iba llegando a la Feria. 


Algunos eran conocidos del colegio, pero otros no.

En el momento de arrancar, una de las primeras dudas fue,  cómo abordar a la gente. 

Sabía que algunos de ellos eran de naturaleza más tímida , así que no quería forzarlos. 

Surgió la frase..."me permitís regalarte un poema" que se le ocurrió a Bru, (pura simpatía,  nada tímida, y además la más grande del grupo, dado que ella cursa 4to año). 

Les pareció una linda frase para abrir el juego.


Para que no sintieran tanta presión, les propuse que lo intentaran con unos pocos poemas, sin embargo cuando se les acabaron, volvieron por más 


La actividad, planeada para unos pocos minutos, terminó durando casi una hora.


Entre los poemas escogidos estaban Bendición de Dragón de Gustavo Roldán, algunos de Tus ojos, el libro de Eduardo Abel Giménez, y otros de Mario Benedetti, como Viceversa


Bru me propuso susurrar sus propios poemas, asi que fueron brotando de sus labios sus poemas inéditos.

Después de decirlos, a quien se los pedía, se los anotaba en un papel para regalarlos


Otro de los chicos, decidió ese día llevar su propio libro de poemas, uno que había encontrado en su casa y que deseaba compartir.

Cada uno, cada una, iba haciéndolo a su modo.



Los receptores (como ven) fueron adultos, niños...profesores de la escuela, madres, padres.


También sus propios amigos que se mostraron bien dispuestos y hasta curiosos por la novedad.




Quizás, pensamos, esta actividad pueda continuarse. 

Podríamos soñar con un grupo de susurrantes (así nos llamó B, como unos personajes de una serie de TV ) que empuñando sus tubos de cartón interrumpiera cada tanto a puro murmullo poético, el bullicio escolar en algún evento especial a lo largo del año

Como decía Calderón de la Barca


¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño:

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.


Al terminar la feria,  volvimos a las clases de biología, pero la lectura de poesía no nos abandonó en todo el año. Es más en las bibliotecas de libros libres que armamos en los pasillos, los libros de poesía, no se estacionaban demasiado tiempo. Pero eso...eso, es otra historia...que deberé contarles luego.


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