sábado, 13 de abril de 2024

Leyendo 2018: "Una infancia en el país de los libros"



(Como dice en el título esta fue una lectura de 2018 que nunca terminé de publicar en mi blog. En este año me propongo activar este espacio y dar cuenta de muchos libros que me parecen necesarios en él.)

Leer a Michèle Petit es para mí una forma de encontrarme. 

A veces una lectura nos permite descubrirnos, porque nos sentimos identificados, en sensaciones o en pensamientos. Y a veces nos trae recuerdos de nuestra propia vida, algunos olvidados, como los de nuestros inicios lectores.

Leyendo, conocí a otra Michèle.

En este libro nos cuenta algunos detalles privados, que ayudan a entender mejor su recorrido, su pasado y su presente.

Y también me permitió reflejarme en el espejo de hoy, y en el de ayer. En esa relación de amor por los libros, que perdura.

"Los libros no solo sirven para leer"


Cuenta que una vez forró un libro para simular con él un misal. Ella que no iba a catequesis.


Compartimos 
la pasión por las historietas. Fue leerla y recordarme, en una habitación pequeña, prestada, leyéndolas. Historietas que mi vecino me daba para que me entretuviera mientras guardaba a que mi madre volviera del trabajo. Con las piernas colgando, mientras el día se oscurecía, yo vivía a muchos kilómetros de distancia.

 "Gracias a las historietas me fugaba a toda velocidad" 

Creo que también leí al Pato Donald por eso, esas fueron mis primeras historias cuando comenzaba a leer, las que me compró mi padre antes del exilio, y me daba para leer en el auto mientras lo esperaba. Nunca conocí a Tintín, eso sí, hasta llegar a adulta. 

Nos cuenta su fascinación por las imágenes:

"Lo cierto es que durante mucho tiempo el texto fue para mí sólo un complemento de las imágenes..." 

Entendiendo por qué, aún hoy, Michèle comparte bellas imágenes en las redes sociales. Imágenes que siempre nos motivan a observar y volver a compartir.

De su paso por el Liceo francés nos cuenta:

"Yo hundía la cabeza entre los hombros, afanándome en hacerme lo más plano posible, en que nada mío llamara la atención"

Y acá me vuelvo a encontrar, cuántas fuimos tímidas en el paso por la escuela, antes de que la vida nos empuje a mostrarnos. Y aún así...

Muchas de las aventuras en la vida real, primero se le presentan en los libros. Como los exploradores, los que aprendieron a "leer el mundo"

 "Leía el mundo, este se agrandaba y yo me colaba en él"

(como dice luego en su libro "Leer el mundo", del cual tomé el nombre para este blog)

Leer, como el inicio de una novela, su llegada a América, sus pasos de actriz. Escribe de una forma poética su desarraigo en el capítulo "Américas"

 "En los libros recogí abundante material para hacer del mundo un lugar más habitable y sin embargo aún no había leído nada o casi nada. El mundo de los libros se abría ante mí". 

Dice quien se dedica a investigar sobre la lectura. Quien nos abre nuevos caminos y por eso le estamos tan agradecidas. El primer libro que leí y me abrió la posibilidad de acercar lecturas a otros/otras fue escrito por ella.

" El arte, la literatura, acercan lo que habitualmente está separado, como el oso polar y la selva virgen, y esas vecindades poseen una fuerza poética"

Al leer este libro viajé a un continente, recorrí distintos paisajes y también conocí de otra manera una persona que admiro.

Pero principalmente, este libro, renovó mis ganas de leer.

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