Este viernes 13 de Septiembre, a las 17 horas se inaugurá la gran muestra de ilustradores y artistas del Taller de Mónica Weiss "Blanca Bonita".
Será en el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Pizzurno 935, CABA. Un edificio con historia para una exposición que seguramente superará todas nuestras expectativas.
Será en el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Pizzurno 935, CABA. Un edificio con historia para una exposición que seguramente superará todas nuestras expectativas.
Quise dedicarle una entrada porque es un evento único que realmente vale la pena, un trabajo enorme que vale la pena conocer.
La inauguración promete ser una fiesta (no puedo adelantarles nada, pero hay algunas sorpresas que se estuvieron gestando). Si como yo, trabajan, y no pueden asistir, sepan que tendremos hasta febrero del 2020 para recorrerla, antes de que cruce el Río de la Plata, y comience su recorrido por las ciudades de Uruguay.
Las visitas guiadas serán de lunes a viernes en horario de mañana o tarde, o aprovechar la noche de los museos para conocerla.
La novela de Dolf Verroen, en el que se inspira la muestra, es el otro motivo de esta entrada. Un autor desconocido para mí, y un libro que está en la categoría de indispensables en nuestras bibliotecas.
La muestra reúne un colectivo de 87 ilustradores (¡87!, ese número me impresiona cada vez que lo leo) que asisten o asistieron al Taller m. Y empezó a gestarse hace ya 11 meses.
Tiempo de leer un texto, conversarlo con otros, y con uno/una misma, poner el cuerpo para darle forma (bordar, recortar, pintar, esculpir, fotografiar, dibujar, tantas acciones posibles) corregirlo, (¿muchas veces, quizás?), re- comenzar, volver a pensarlo/pensarse, arriesgarse, decidir un camino posible. Son 87 miradas.
La esclavitud, el género, el colonialismo, la niñez, los roles en la sociedad, y tantos otros temas que se imbricaron en ese trabajo artístico.
Mirar, detenernos y volver a mirar. Llevar a nuestros alumnos y alumnas. Usarlo de disparador de nuevas conversaciones, y quizás otras obras.
La inauguración promete ser una fiesta (no puedo adelantarles nada, pero hay algunas sorpresas que se estuvieron gestando). Si como yo, trabajan, y no pueden asistir, sepan que tendremos hasta febrero del 2020 para recorrerla, antes de que cruce el Río de la Plata, y comience su recorrido por las ciudades de Uruguay.
Las visitas guiadas serán de lunes a viernes en horario de mañana o tarde, o aprovechar la noche de los museos para conocerla.
La novela de Dolf Verroen, en el que se inspira la muestra, es el otro motivo de esta entrada. Un autor desconocido para mí, y un libro que está en la categoría de indispensables en nuestras bibliotecas.
La muestra reúne un colectivo de 87 ilustradores (¡87!, ese número me impresiona cada vez que lo leo) que asisten o asistieron al Taller m. Y empezó a gestarse hace ya 11 meses.
Tiempo de leer un texto, conversarlo con otros, y con uno/una misma, poner el cuerpo para darle forma (bordar, recortar, pintar, esculpir, fotografiar, dibujar, tantas acciones posibles) corregirlo, (¿muchas veces, quizás?), re- comenzar, volver a pensarlo/pensarse, arriesgarse, decidir un camino posible. Son 87 miradas.
La esclavitud, el género, el colonialismo, la niñez, los roles en la sociedad, y tantos otros temas que se imbricaron en ese trabajo artístico.
Mirar, detenernos y volver a mirar. Llevar a nuestros alumnos y alumnas. Usarlo de disparador de nuevas conversaciones, y quizás otras obras.
Sobre las técnicas y estéticas:
Además de la diversidad de miradas e interpretaciones, en la muestra hay una gran variedad de técnicas y estéticas: gouache, acuarela, acrílico, lápiz, tinta, grabado,xilografía, esgrafiado, arte digital, bordado, fotografía, collage, calado, cartapesta.
Los Artistas
Son integrantes argentinos y uruguayos del Colectivo de Ilustradores Taller m, dirigido por Mónica Weiss, que se inició en Buenos Aires como espacio de enseñanza en 2001, y que se fue transformando en una comunidad proveniente de diversos países, manteniendo sus lazos a través del tiempo, nutriéndose artística como profesionalmente.
En Blanca Bonita participan muchos ilustradores premiados, como Luis David Goldberg Hermo y Sabrina Pérez (NAMI Concours Corea del Sur, y Catálogo Feria del Libro Bologna 2019), Federico Porfiri (Iberoamerica Ilustra, Mexico 2019), Adrián Martins (BIISA Competition Portugal 2019), Laura Muñoz (Latinoamerica Ilustra UP 2018), a_teter, Lautaro Hourcade y Laura Carrasco (Premio Nacional de Ilustración de Uruguay), Mónica Weiss (Lista de Honor IBBY Suiza, White Ravens Alemania, 1er.Premio Libro Álbum Norma Fundalectura Colombia, Destacados de Alija, Premio Pregonero).
Desde Uruguay, desde diversos sitios de Argentina. Con distintas formaciones y procedencias. Participa Lilia García Bazterra, de Bahía Blanca, escritora y gestora cultural, Julia Martinez, que trabaja en una biblioteca platense. Muchos amigos y amigas que conocí en los encuentros del taller (Cris Sobico, Carla Cornetto, Angelina Ciarlantini, Mariela Teragni, el mismo Luis, y tantos otros nombres queridos)
Entre los adelantos compartidos en las redes, pude asomarme a la obra de Paz Tamburrini con su precioso trabajo de calado, o a la de Mónica, autora de la imagen de la muestra (que nos hizo partícipes de la selección de la imagen final).
La inspiración
Entre los adelantos compartidos en las redes, pude asomarme a la obra de Paz Tamburrini con su precioso trabajo de calado, o a la de Mónica, autora de la imagen de la muestra (que nos hizo partícipes de la selección de la imagen final).
La inspiración
Dolf Verroen, nacido en Holanda en 1928, es autor, crítico, ensayista. Deseamos que pueda venir a disfrutar la muestra (he leído algunos comentarios en su muro, imagino su sorpresa al conocer la cantidad de artistas inspirados y conmovidos por su obra publicada en marzo del 2007, y tantos rioplatenses que le solicitan amistad).
Fue traducida del holandés por Rodrigo Martínez, y la ilustración en la portada le pertenece a Wolf Erlbruch (si, el mismo ilustrador de "El topito que quería saber quien se había hecho eso en su cabeza"). Publicado por Lóguez (difícil de conseguir en Argentina, quizás la promoción de la muestra ayude con su distribución en las librerías), fue ganadora de diversos premios (Premio Alemán de Literatura Infantil 2006, Premio de la Paz Gustav Heinemann para libros infantiles,y otros).
La novela se encuentra estructurada en 40 episodios cortos.
Comienza el día del doceavo cumpleaños de María, cuando ella recibe de regalo un esclavo, Koko, de apenas 7 años. Transcurre en Suriname, una antigua colonia holandesa.
"4. SORPRESA
La fiesta fue cada vez más bonita.
Los esclavos sirvieron champán.
También a mí me pusieron un vaso.
¡Por primera vez!
Papá hizo un brindis
¡Por mí!
¡También por primera vez!
Todos miraron hacia mí
Me sentí casi adulta
...
Cuatro esclavos trajeron una terrina con tapadera.
La más grande de todas las que tenemos.
Toda de plata y muy pesada
La colocaron en medio de la mesa.
Papá es muy fuerte
Él mismo retiró la tapadera.
Vi a un personita
Estaba completamente encogida dentro de la tarrina.
Se irguió.
Llevaba puestos un jubón y una especie de mandil.
Podía ser un niño o una niña.
No podía distinguirlo bien.
Éste es Koko, dijo papá
Un pequeño esclavo para nuestra María..."
Todo lo que ocurre entre María, y su entorno, con Koko y otros esclavos, hace que la novela, de lectura ágil, que se acaba en un rato, no nos deje fácilmente.
El germen de este libro fue una visita del autor, a este país de América del Sur que recién en 1975 se independizó de Holanda, donde todavía están presentes las huellas de la esclavitud.
Como el autor dice: "Vivo en un país cuyo bienestar se debe, en gran medida, al comercio de esclavos."
El final del libro nos dice:
"Todas las personas de la historia son inventadas y, sin embargo, todo ha sucedido verdaderamente.
En Suriname.
La historia es, ahora lo sé, algo que debe ser mantenido y recordado. La historia te enseña de donde vienes, y, bien entendida, también a dónde te lleva a ti."
Mónica, gran maestra del taller, y todos los integrantes de este poderoso colectivo, están dándole vida a una parte de la historia.
Creo sin lugar a dudas, que mirar el pasado, nos puede ayudar a construir un mejor futuro.
Les dejo la gacetilla que armaron aquí, para que se asomen antes de que abran las puertas.
Un magnífico trabajo de Camila Maitía quien diseñó la estética final de la imagen de la Muestra (los colores me resultan fascinantes, el naranja que remite a holanda, el celestial y marino color azul celeste) ,y Marina Lavastrou que estuvo presente en el diseño de piezas gráficas, web y redes.
Fue traducida del holandés por Rodrigo Martínez, y la ilustración en la portada le pertenece a Wolf Erlbruch (si, el mismo ilustrador de "El topito que quería saber quien se había hecho eso en su cabeza"). Publicado por Lóguez (difícil de conseguir en Argentina, quizás la promoción de la muestra ayude con su distribución en las librerías), fue ganadora de diversos premios (Premio Alemán de Literatura Infantil 2006, Premio de la Paz Gustav Heinemann para libros infantiles,y otros).
La novela se encuentra estructurada en 40 episodios cortos.
Comienza el día del doceavo cumpleaños de María, cuando ella recibe de regalo un esclavo, Koko, de apenas 7 años. Transcurre en Suriname, una antigua colonia holandesa.
"4. SORPRESA
La fiesta fue cada vez más bonita.
Los esclavos sirvieron champán.
También a mí me pusieron un vaso.
¡Por primera vez!
Papá hizo un brindis
¡Por mí!
¡También por primera vez!
Todos miraron hacia mí
Me sentí casi adulta
...
Cuatro esclavos trajeron una terrina con tapadera.
La más grande de todas las que tenemos.
Toda de plata y muy pesada
La colocaron en medio de la mesa.
Papá es muy fuerte
Él mismo retiró la tapadera.
Vi a un personita
Estaba completamente encogida dentro de la tarrina.
Se irguió.
Llevaba puestos un jubón y una especie de mandil.
Podía ser un niño o una niña.
No podía distinguirlo bien.
Éste es Koko, dijo papá
Un pequeño esclavo para nuestra María..."
Todo lo que ocurre entre María, y su entorno, con Koko y otros esclavos, hace que la novela, de lectura ágil, que se acaba en un rato, no nos deje fácilmente.
El germen de este libro fue una visita del autor, a este país de América del Sur que recién en 1975 se independizó de Holanda, donde todavía están presentes las huellas de la esclavitud.
Como el autor dice: "Vivo en un país cuyo bienestar se debe, en gran medida, al comercio de esclavos."
El final del libro nos dice:
"Todas las personas de la historia son inventadas y, sin embargo, todo ha sucedido verdaderamente.
En Suriname.
La historia es, ahora lo sé, algo que debe ser mantenido y recordado. La historia te enseña de donde vienes, y, bien entendida, también a dónde te lleva a ti."
Mónica, gran maestra del taller, y todos los integrantes de este poderoso colectivo, están dándole vida a una parte de la historia.
Creo sin lugar a dudas, que mirar el pasado, nos puede ayudar a construir un mejor futuro.
Les dejo la gacetilla que armaron aquí, para que se asomen antes de que abran las puertas.
Un magnífico trabajo de Camila Maitía quien diseñó la estética final de la imagen de la Muestra (los colores me resultan fascinantes, el naranja que remite a holanda, el celestial y marino color azul celeste) ,y Marina Lavastrou que estuvo presente en el diseño de piezas gráficas, web y redes.
Acá nos están esperando.
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