jueves, 3 de junio de 2021

Leyendo Mujeres: Rosario Castellanos

   


Hoy en Argenina se conmemora la fecha en que nació el movimiento  #niunamenos (pueden conocer más de su origen, y del colectivo en este sitio). 


Me pareció que este jueves en que suelo hablar de mujeres, tenía que tener un significado especial.

Indagando me encontré con la vida de Rosario Castellanos a quien no conocía.

Rosario Castellanos Figueroa nació en Ciudad de México un 25 de mayo de 1925 y falleció en Israel en 1974.

Siendo muy pequeña su hermano falleció de apendicitis y a los 23 años quedó huérfana, y con recursos económicos limitados por lo cual tuvo que ganarse la vida y lo hizo como escritora. 

Se graducó como maestra en filosofía en la Universidad Autónoma de México. Estudió en la Universidad de Madrid. Fue profesora de l UNAM. En 1954 fue becada por la Fundación Rockefeller. 


En su vasta producción literaria, Castellanos siempre evocó a los desprotegidos, marginados, excluidos, expulsados, discriminados; en fin, a los que, por su condición social disímil con las estructuras de la época, no tenían voz ni voto. Ni aún después de la Revolución. Sus textos -tal vez, su mayoría- están ligados, entre otras cosas, a la lucha en la defensa de los derechos de la mujer y a la crítica a la sociedad sexista que la encasilla en uno o varios roles.

Falleció tempranamente, a los 49 años, producto de una descarga eléctrica provocada por una lámpara,  en su casa de Tel Aviv (una muerte trágica y por lo que leí rodeadas de conjeturas, que se tiñó de leyendas). Se encontraba ahí como embajadora de México en Israel. (1)


Este poema lleva el nombre de “Kinsey Report” y pertenece a su libro “Poesía no eres tú: Obra poética” de 1972. Está formado por seis poemas y en cada uno de ellos se puede apreciar una voz femenina diferente y denunciante. Fue escrito en respuesta a un reporte que presentó Alfred Kinsey, un biólogo estadounidense, que -en 1948 el primero y en 1953 el segundo- publicó libros sobre el comportamiento sexual de los seres humanos de acuerdo a su condición de hombres o mujeres. (2)

—¿Si soy casada? Sí. Esto quiere decir

que se levantó un acta en alguna oficina
y se volvió amarilla con el tiempo
y que hubo ceremonia en una iglesia
con padrinos y todo. Y el banquete
y la semana entera en Acapulco.

No, ya no puedo usar mi vestido de boda.
He subido de peso con los hijos,
con las preocupaciones. Ya ve usted, no faltan.

Con frecuencia, que puedo predecir,
mi marido hace uso de sus derechos o,
como él gusta llamarlo, paga el débito
conyugal. Y me da la espalda. Y ronca.
Yo me resisto siempre. Por decoro.
Pero, siempre también, cedo. Por obediencia.

No, no me gusta nada.
De cualquier modo no debería de gustarme
porque yo soy decente ¡y él es tan material!

Además, me preocupa otro embarazo.
Y esos jadeos fuertes y el chirrido
de los resortes de la cama pueden
despertar a los niños que no duermen después
hasta la madrugada.

2

Soltera, sí. Pero no virgen. Tuve
un primo a los trece años.

Él de catorce y no sabíamos nada.
Me asusté mucho. Fui con un doctor
que me dio algo y no hubo consecuencias.

Ahora soy mecanógrafa y algunas veces salgo
a pasear con amigos.
Al cine y a cenar. Y terminamos
la noche en un motel. Mi mamá no se entera.

Al principio me daba vergüenza, me humillaba
que los hombres me vieran de ese modo
después. Que me negaran
el derecho a negarme cuando no tenía ganas
porque me habían fichado como puta.

Y ni siquiera cobro. Y ni siquiera
puedo tener caprichos en la cama.
Son todos unos tales. ¿Qué que por qué lo hago?
Porque me siento sola. O me fastidio.

Porque ¿no lo ve usted? estoy envejeciendo.
Ya perdí la esperanza de casarme
y prefiero una que otra cicatriz
a tener la memoria como un cofre vacío.

3

Divorciada. Porque era tan mula como todos.
Conozco a muchos más. Por eso es que comparo.

De cuando en cuando echo una cana al aire
para no convertirme en una histérica.

Pero tengo que dar el buen ejemplo
a mis hijas. No quiero que su suerte
se parezca a la mía.

4

Tengo ofrecida a Dios esta abstinencia,
¡por caridad, no entremos en detalles!

A veces sueño. A veces despierto derramándome
y me cuesta un trabajo decirle al confesor
que, otra vez, he caído porque la carne es flaca.

Ya dejé de ir al cine. La oscuridad ayuda
y la aglomeración en los elevadores.

Creyeron que me iba a volver loca
pero me estaba atendiendo un médico. Masajes.

Y me siento mejor.

5

A los indispensables (como ellos se creen)
los puede usted echar a la basura,
como hicimos nosotras.

Mi amiga y yo nos entendemos bien.
Y la que manda es tierna, como compensación:;
así como también la que obedece
es coqueta y se toma sus revanchas.

Vamos a muchas fiestas, viajamos a menudo
y en el hotel pedimos
un solo cuarto y una sola cama.

Se burlan de nosotras pero también nosotras
nos burlarnos de ellos y quedamos a mano.

Cuando nos aburramos de estar solas
alguna de las dos irá a agenciarse un hijo.

¡No, no de esa manera! En el laboratorio
de la inseminación artificial.

6

Señorita. Sí, insisto. Señorita.

Soy joven. Dicen que no fea. Carácter
llevadero. Y un día
vendrá el Príncipe Azul, porque se lo he rogado
como un milagro a San Antonio. Entonces
vamos a ser felices. Enamorados siempre.

¡Qué importa la pobreza! Y si es borracho
lo quitaré del vicio. Si es mujeriego
yo voy a mantenerme siempre tan atractiva,
tan atenta a sus gustos, tan buena ama de casa,
tan prolífica madre
y tan extraordinaria cocinera,
que se volverá fiel como premio a mis méritos,
entre los que el mayor es la paciencia.

Lo mismo que mis padres y los de mi marido
celebraremos nuestras bodas de oro
con gran misa solemne.

No, no he tenido novio. No, ninguno
todavía. Mañana.


Rosario Castellanos

(Kinsey Report)


Algunos especulaban que se suicidó, pero su hijo Gabriel, declaró que se la veía feliz, con su trabajo docente y como diplomática. Creo que este poema habla de vivir la vida, quizás, la pinte a las que como yo no la hemos conocido. Más poemas como este en este sitio 





Ser de río sin peces, esto he sido.
Y revestida voy de espuma y hielo.
Ahogado y roto llevo todo el cielo
y el árbol se me entrega malherido.

A dos orillas del dolor uncido
va mi caudal a un mar de desconsuelo.
La garza de su estero es alto vuelo
y adiós y breve sol desvanecido.

Para morir sin canto, ciego, avanza
mordido de vacío y de añoranza.
Ay, pero a veces hondo y sosegado

se detiene bajo una sombra pura.
Se detiene y recibe la hermosura
con un leve temblor maravillado.


Ajedrez


Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.

Pusimos un tablero enfrente de nosotros:
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.

Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.

Henos aquí hace un siglo, sentados, meditando
Encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.

En su discurso "La abnegación, es una virtud loca" que pronunció frente al presidente de México dijo:

“No es equitativo, y por lo tanto tampoco es legítimo que uno tenga la oportunidad de formarse intelectualmente y que al otro no le quede más alternativa que la de permanecer sumido en la ignorancia (...) Que uno encuentre en el trabajo no solo una fuente  de riqueza sino también la alegría de sentirse útil (...) que uno tenga toda la libertad de movimiento mientras el otro está reducido a la pasarela (...) que uno sea dueño de su cuerpo y disponga de él como se le de la real gana, mientras que el otro se reserva su cuerpo, no para sus propios fines, sino para que en él se cumplan procesos ajenos a su voluntad..." (4)


 (2) http://poesiaamanoalzada.com.ar/rosario-castellanos-y-su-denuncia-feminista/

(1) https://literalmagazine.com/la-verdadera-historia-de-la-muerte-de-rosario-castellanos/

(3) https://www.poemas-del-alma.com/rosario-castellanos-ser-de-rio-sin-peces.htm

(4)https://equltura.com/arte/el-eterno-feminismo-en-la-obra-de-rosario-castellanos/