miércoles, 5 de enero de 2022

Los libros que me encontraron en 2021. Parte I

 Vuelvo al blog para contarles que leí este año, no todo, pero compartirles algunas lecturas que hicieron lugar en mí. 

Para que también encuentren sus propias lecturas.

Anteriormente lo hacía cada año, pero el año pasado pandemia mediante, no ocurrió Les dejo el de 2019 y en la misma entrada los anteriores.

En uno de los últimos libros que leí  "Mendel el de los libros" de Stephan Zweig dice:

"...los libros solo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido"

Creo que los libros me unen a mucha gente, y es por eso que esta lista también cuenta de aquella gente a la que me unieron los libros que leí. 

A fin de año disfruto de volver atrás y contar. Contarme que leí. En realidad, siempre digo que soy una lectora promiscua. Engaño a mis lecturas con otras lecturas, las pierdo y las reencuentro quizás muchos meses después, y soy desordenada. No anoto. Voy sacando fotos, y compartiendo en mi IG @patoleyendoelmundo y al final del año lo paso a un cuaderno.

Sé que muchos dicen que no es la cantidad, sino la calidad, pero soy de Exactas, debemos hacer números, los números son importantes para mí.

Aproximadamente leí un total de 200 libros. Una cuarta parte será de poesía, muchos son ensayos, pocos libros de cuentos este año, novelas variadas.  Del total 125 son de ficción, no ficción, poesía, literatura científica, novela gráfica que incluiré en un misma entrada, y el resto son los libros álbum, ilustrados, y libros objetos, que no he terminado de contar e irán en otra entrada (espero)


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Acá pueden ver cuando intentaba apilar algunos en desordenado montón (después desistí, no están todos, algunos son digitales, otros los regalé, otros se ocultan de las fotos detrás de sus hermanos en mis múltiples bibliotecas y muchos fueron préstamos)




Siempre pienso que leí menos, sin embargo me sorprendo de lo que llegué a completar (porque otras pilas iguales incluyen lo que aún no terminé).

Incluimos:

- Libros de ficción (novelas y cuentos)

- Libros de poesía (creo que un género que viene ganando espacio en mis bibliotecas año a año). Este año fue poético.

"Una poesía es como un caracol en la pared, que sube o desciende lentamente, y que crea un rastro de sonidos apenas audibles en una travesía desapareja y desatenta, una poesía que, en vez de gritar,  nos recuerda aquello que nunca deberíamos haber perdido de vista, la infancia de la atención, del cuerpo, del tiempo, del lenguaje." Carlos Skliar en "La inútil lectura". Waldhuter

 - Literatura científica (que me encanta leer y que debo leer por mi trabajo como docente de biología). Este año también hubo una intensa lectura de ella.

- Ensayos (crónicas, textos sobre lectura, literatura, mediación, y variados temas)

- Biografía (amo las biografías)

- Literatura para las infancias y adolescencias (como mediadora debo leer para niñxs y jóvenes, trabajo con jóvenes, así que necesariamente leo para compartir con ellxs)

- Libros sobre educación (este año no leí tanto como otros o no los llegué a terminar, espero dedicarme en las vacaciones). Son uno de mis placeres, soy docente hace 30 años, sin haber estudiado, así que mi formación viene de los libros.

- Novelas gráficas e historietas (intento aprender los últimos años, me dejo recomendar)

Este año reconozco que no leí teatro, empecé pero no terminé ninguna de las obras, me distraje, no persistí, tuve que devolverlas, no busqué lo suficiente. Me gusta el teatro, así que este año me pondré con ello.

Aclaro que no leí libros extensos, creo que lo máximo será alguno de 350 páginas, es por eso que puedo leer tanto. Durante el año me resulta difícil avanzar con libros largos, difícil de cargar en mi mochila, y además difíciles de terminar, porque mi atención y mi tiempo son limitados

Para seleccionar algunos tuve que escribir y re-escribir muchas veces. Seleccionar implica re-leer, y además escoger algún criterio. Como había muchos y quería quedarme con todos, el criterio de selección fue escoger géneros distintos. Variedad. Así que acá se los comparto y agregaré de paso algunos más, que no pudieron aparecer en la foto.

Estos libros me llegaron en enero. Los escojo porque volví todo el año a ellos, porque fueron un descubrimiento, porque le dieron un tono a mi año que hubiera sido posible sin ellos.

  • El hada que no invitaron, un poemario de Estela Figueroa (Ed Bajo la Luna) a quien conocí gracias a Selva Almada, y su librería Salvaje Federal. Una poeta argentina impresionante. (amo contarles como me llegan los libros, sepan disculpar). No solo me contó del libro, sino que Selva entrevistó a Estela a quien fui conociendo a lo largo de meses, y cuya vida me resultó fascinante. Fue terriblemente difícil escoger solo uno de poesía, me quedaría también con Voces de Antonio Porchia que conocí este año gracias a Jorge Luján, Cesto de trenzas de Natalia Litvinova (la Bella Varsovia), que conocí en mis exploraciones en internet, y Detrás de mí marchan millones, la poesía reunida de Anna Ajmátova (Llantén editorial), traducido por la misma Natalia. También entre mis favoritos, Rosa de Roberta Iannamico (Ed Gog&Magog) que recomiendo muchísimo, y La novia de Sandro de Camila Sosa Villada (Tusquet)
  • Por favor, sea breve es una compilación de Clara Obligado de Microrrelatos (Páginas de Espuma). Género que me puse a explorar este año. El encuentro fue en vacaciones gracias a Lorena, quien me alquiló una casa con biblioteca (detalle no menor) en el Tigre. Ahí fue que volví a enamorarme del género y durante todo el año me dediqué a postear microrrelatos en mi IG. Otros libros de microficción que recomiendo son los de Eduardo Abel Gimenez como por ejemplo Sorpresa y otros 99 cuentos , y los que publicó con la editorial Dábale Arroz en distintos formatos (mi frasco de microrrelatos es una belleza), también Casa de Geishas de Ana María Shua, y uno nuevo que me llegó este año  Aparecen por las noches de Nelvy Bustamante  

Dos muy distintos entre sí:

  • Las primas (Tusquet) Una novela de Aurora Venturini a quien descubrí este año. Hubo otras novelas que podría recomendarles, (Los llanos, de Federico Falco, Kriptonita de Leo Oyola y Panza de Burro de Andrea Abreu, Una muchacha tan bella de Julián López estuvieron ahí de llegar) pero la personalidad de Aurora al escribir me conquistaron. Cuenta lo más terrible con humor.
  • Amor y juego.Fundamentos de lo Humano (JPC Saéz Editor) de Humberto Maturana, y Gerda Verder- Zöller lo escojo porque me abrió la cabeza a la enseñanza y a mirar el mundo de otro modo. Habla de que el amor nos hace humanos, y que la civilización se inició en la conversación. De la necesidad de los bebés de establecer conversaciones, con sus progenitores, del lenguajarear (establecer las conversaciones que hacen al lenguaje) y el emocionar indispensables para un buen desarrollo. Términos que descubrí este año de la mano de María Emilia López que me presentó a este autor, biólogo como yo. Lo conseguí por Mercado Libre.

  • La memoria secreta de las hojas (Paidós) de Hope Jahren. Me llegó de la mano de Sonia Hermida,  a quien no conozco en persona y que vive en la Coruña, su IG es: @omundoaoreves. Estaba leyendo  a Stéfano Mancuso (El increíble viaje de la plantas me conquistó, también El futuro es vegetal, obras que recomiendo) y ella me instó a leer este libro Imposible de conseguir en Argentina así que lo encargué en bookdepository. Un descubrimiento y un placer inmenso. A mí que soy "bióloga de animales" el descubrir las posibilidades de las plantas en los últimos años me cambió la forma de mirar el mundo (Mancuso habla de comportamiento y aprendizaje en plantas, justo lo que investigué pero en animales), pero además Hope escribe de un modo poético un libro informativo, y autobiográfico. En este cuenta el devenir de su trayectoria científica y de su vida. Lo llevé al aula, lo compartí con alumnxs cuando hablábamos de la fotosíntesis y de las importancia de las plantas, y hasta la profe de matemática se conmovió al escucharlo.
  • Un monstruo viene a verme de Patrick Ness (colección Nube de Tinta, Penguin Random House) es una novela juvenil que me sorprendió (reconozco que no había visto la película). Trata un tema muy terrible como la enfermedad de un familiar, de un modo muy poético, muy bien tramado. Terminé conmovida. (otras novelas que me conmovieron fueron Las ventajas de ser invisible Stephen Chobski No comas renacuajos Francisco Montaña Ibañez, Sin noticias de Gurb, un libro hilarante del español Eduardo Mendoza, Y por eso rompimos  del autor Daniel Handler y Bajo el Cielo del Sur del argentino Antonio Santa Ana). El libro de Patrick Ness, llegó a mí por una donación a Libros en el Barrio (proyecto de promoción de la lectura que realizamos en el Barrio Mitre), lo leí antes de regalárselo a una adolescente muy lectora que sí había visto la película y que lo recibió entusiasmada.
  • Aunque sigo a varios boostagrammer y hasta formo parte de Club Carbono (un club de lectura donde justamente conocí este año el libro Panza de Burro que mencioné antes) no me atrapan las modas de lectura y no me resulta fácil comprarme todos los libros que salen. Estoy un poco fuera a veces porque mis lecturas siguen sus propios caminos. Sin embargo a veces me dejo tentar:
  • Teoría de la gravedad, (Libros del Asteroide) me llegó porque lo ví en muchas cuentas, entre ellas Agustina de @pasemospagina lo recomendó y además grabó en su podcast una parte (pueden oirlo en Spotify). Son crónicas de lo cotidiano, contadas de un modo sublime, con sencillez y poesía, y que te abren a otras muchas historias. Leila fue mi descubrimiento de este año y sigo leyendo de ella (ahora estoy con Zona de obras que será favorito 2022 quizás). 
Hubo varios libros de ensayos o crónicas que quisiera compartirles pero me tuve que limitar a uno,  también Extraño oficio de la Tere Andruetto,  terminó todo marcado, El viaje inútil de Camila Sosa Villada vivo recomendándolo,  Todo en su sitio, es un libro póstumo de mi querido Oliver Sacks que reúne pequeños ensayos de temas variados algunos de ciencia y otros no, (en uno de ellos habla de su experiencia con la lectura) y por supuesto El idioma materno de Fabio Morábito, que ya lo reseñé.
  • Ni puedo ni quiero de Lydia Davis fue otro descubrimiento de una autora que no conocía. Amé este libro que reúne crónicas, y microficciones. Con un tono autobiográfico y con muchísimo humor. Algo  inesperado que me resultó delicioso (publicado por Eterna Cadencia). Este libro  fue producto de  un encuentro casual en una aplicación de lectura por streaming que aproveché este año @leamos, coincidió con la presentación de Lydia en el FILBA y mis ganas de saber un poco más de ella.


Volvemos al tema de la Bibliodiversidad, así que reúno una novela gráfica y un libro que podría ser considerado infantil pero que recomiendo leer a cualquier edad.


  • Poncho fue (Hotel de las ideas) de Sole Otero, es una novela gráfica que me había llegado recomendado por varios amigos. Me la terminó de vender Marcelo en Fábrica de Historietas, una librería especializada en historietas a la que voy al menos una vez al año por una provisión de ellas. Sole cuenta una historia personal de relaciones de pareja, muy cruda y cercana para mí. Fue muy fuerte leerla, y creo que lo hizo posible porque la ilustración nos da respiro, y permite que la historia nos sea accesible. 
  • Otras historietas, que me gustaron fueron El dormilón, La cazadora de libros, El útimo recreo, El golpe de la cucaracha. ¿Qué querés ser cuando seas grande?. Son todas distintas por lo que no me resulta fácil escoger.
  • Eleodoro (Paula Bombara) no lo conocía y me sorprendió por la historia, por la ternura de los personajes, por la profundidad, y como siempre por la escritura poética de Paula. Es un libro para lectores que se inician, en la Serie Roja de Norma. Otros que podría recomendar sería Medias Dulces de Ivar Da Col, y Prohibido el elefante y Sapo en la ciudad de Gustavo Roldán (y varios más)

Si buscan más libros, o más información pueden ir a mi Instagram donde guardo las reseñas.

No intenta ser un mapa, apenas una serie de pistas para que les oriente en su propio recorrido.

También para que sigamos hablando de ellos, porque "Hablar de los textos es volver a leerlos" como dice Cecilia Bajour en "Oir entre líneas. El valor de las prácticas de lectura" Ediciones del Hacedor.

Hasta la próxima



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