jueves, 30 de abril de 2020

¡Soy una Ravenclaw! (Algunos motivos para leer más)



Llegó el momento de confesarme. Pasé una gran parte de mi vida adulta, creyéndome algo o alguien y de repente, llegando a febrero del 2020 me vengo a enterar que en realidad soy otra cosa.

Vuelvo atrás.

En febrero entré a Pottermore (una página sobre el Universo de Harry Potter), e hice el test, para saber a qué casa pertenecía. Era obvio, para mí desde que leí el primer libro, que era Gryffindor. ¿Acaso no nací el mismo día que Harry? ¿Acaso no nací el mismo día que Rowling? Eso me da la posibilidad de escoger al casa de mi preferencia, y por lo tanto, había escogido Gryffindor. No sé si tengo coraje y valentía, pero el rojo es mi color favorito y nací bajo el signo del león. Nada de eso sirvió. Parece que soy Ravenclaw. Después de intentar hacer trampa un par de veces, tuve que terminar de asumirlo. (en realidad esto de la erudición, curiosidad y sabiduría no se me da tan mal, debo asumirlo).




Pero primero tengo que explicar qué me llevo a hacer eso en  febrero.

Vuelvo aún más atrás.

En febrero comenzaba la Copa de las Casas, una competencia para fanáticos de Potter, pero más que nada para gente que lee. Sin importar la edad, el lugar de residencia, actividad o profesión, hay gente que se reúne con la intención de leer. Más específicamente de leer más que las otras casas. Son cuatro (Ravenclaw, Gryffindor, Hufflepuff y Slytherin), cada una con sus sitios en Instagram, que pueden buscar. Al ingresar al reto se escoge libremente la casa de su preferencia. A partir de ese momento (a comienzos de febrero) cada vez que se lee un libro, y se lo reseña (se puede escoger utilizar Goodreads, Instagram, o un blog propio),  se la comparte con la casa para ser contabilizada. Hay puntajes (los libros de Harry Potter tienen el máximo puntaje, y también valen más los libros de autores o autoras nacionales). Y hay un par de prefectos que son los que reciben las reseñas y se encargan de anotarlo (los míos Na y Edu, son mucho más simpáticos que Percy, y menos rígidos). Lo importante es que además, hay retos.

Y ahora llegó el momento de explicar por qué estoy escribiendo esta entrada en mi blog. El reto trimestral (también hay retos mensuales, que van cambiando a lo largo del año, y retos entre casas, y un reto anual que no empecé), es el que se ve en la foto de arriba. 

Había que leer en estos tres meses, 9 libros (o menos, lo mínimo era cumplir con una línea horizontal) y luego hacer un wrap up (una palabra nueva que me enseñaron). Entonces quería contarles que puedo gritar ¡BINGO!. Les cuento cómo (todos los libros que menciono acá ya fueron reseñados en mi instagram)

 Escarbato: Libro con portada metálica o letras brillantes.
Terminé escogiendo "Los elefantes pueden recordar", de mi querida Agatha Christie. Las letras metálicas y de color rojo, brillan a pesar de los años que tiene este ejemplar.
Amé reencontrarme con mi vieja amiga, y releer a Christie para mí es estar siempre en verano. Publicado por Planeta.

Bowtruckle: Libro con plantas en la portada
Fui a buscar "Los que volvieron" de Márgara Averbach, un libro muy bello que habla de nuestra historia y de nuestro pasado. Ilustrado con esta tapa llena de hojas diseñada por Candela Insúa. Publicado por Sudamericana en la colección Novela Joven.

Dragones: Personaje que quiera hacerse con el poder.
Para este me quedé con Memorias Impuras. Hermoso libro de Lili Bodoc, que me dejó encantada. Hay varias luchas de poder, pero la principal es la de Cayo Catarina, que una vez muerto el Virrey Crispino, ve su oportunidad de avanzar en el trono vacante. Publicado por Planeta.




 Thunderbird: Escogí leer "Como una guerra". La protagonista de esa historia autobiográfica la querida Marina Colasanti, se la pasa huyendo a causa de la guerra. Un libro que me acompañó y me llevó a conocer desde Eritrea a Brasil, pasando por distintos sitios de Italia. Hermosa Marina que me acompañó tan bien, en esta bella edición de Babel.

Bogart: El libro fuera de mi zona de confort fue "El síndrome Guastavino". Un libro que me costó por su crudeza, y al mismo tiempo por la carga sexual  y de violencia en las imágenes. Es una novela gráfica que está para incomodarnos . Pero que me alegra haber leído, porque es único. Reservoir Books. Escrito por Carlos Trillo e ilustrado Lucas Varela.

Elfo doméstico: Libro que hable sobre la minoría. Escogí leer "Billy Elliot". Contempla a varias minorías, Billy y su familia son obreros con lo mínimo para su subsistencia. Su padre trabaja en las minas de carbón, y están en huelga. Billy quiere estudiar danzas, en un pueblo donde esta no es una actividad masculina, y su mejor amigo, apenas un niño como él,  se descubre gay. La historia  se armó a partir de la película que como a muchos, me hizo llorar. Escrito por Melvin Burguess para Zona Libre, de Editorial Norma.



Gorros rojos: Escogí "Chicas muertas" escrito por Selva Almada. Efectivamente, todos los personajes están muertos, y esto es una carga muy pesada como sociedad que retrata con maestría Selva. Un libro que es en sí mismo una denuncia. De Literatura Random House.

Hipogrifo: La protagonista de esta novela gráfica "El viaje de Luka", es una loba, que  descubre al inicio de la historia, que puede transformarse en humana. Así que cuando la vemos como una adolescente feliz, esconde su lado animal. Dolo Olecki, la autora, autopublicó esta novela gráfica, realmente con mucho esfuerzo y compromiso de su parte. 

Occamy: Libro de menos de 300 páginas que se me hiciera largo, escogí "El perro del peregrino", de Liliana Bodoc. Publicado por Alfaguara. Es un librazo. Lo sabemos. Pero no podía avanzar con la historia porque me angustiaba. Me ha pasado con otros libros de Lili, de tener que pausarlos. En este caso, realmente tenía miedo por lo que pudiera pasarle a los protagonistas animales. Esas cuestiones mías, que no puedo explicarles. (la tapa de Laura Córdoba les da una pista)

Paso a contarles un poco más de esta lectura en colectivo.

Piensen en lo que significa que unas 45 personas por casa, unas 180 en total, se desafían a leer. Y a escribir reseñas (porque leer es solo una parte). En Ravenclawn, hay algunos que tienen 14 años y están haciendo el secundario, y otros como yo ("casi" la edad de Rowling) que doy clases en secundario. La mayoría podría decir que son muy jóvenes (18-19 años). Que leen de todo. En general, todas y todos están leyendo ahora mismo. Uno, dos, diez libros, al mes, a veces más. Exploran otros formatos a los que no estoy acostumbrada. Leen en digital, audiocuentos, pero también en papel (y en wattpad pero no suman puntos). Es cierto que las sagas y los mangas están entre las preferencias (así que voy conociendo otros ámbitos que no suelo frecuentar), pero todos y todas estamos intercambiando lecturas.  

Hay gente de Buenos Aires, de Santa Fé, de Córdoba, Mendoza. Pero también hay gente de Perú y de México. Cuando algunos se levantan otros se van a dormir. Cuando algunas empezamos a trabajar desde casa, otras están esperando que el profesor comience la clase. 

Si en algún momento me pensé bookstagramer, ya me dí cuenta que no estaría nunca a la altura. Hay un mundo ahí que empieza por cuidar su feed (tienen unas fotos cuidadas y preciosas), por seguirse (y conocerse), por intercambiarse tags , participar en maratones y eventos. Compartirse likes y también lecturas. Intercambiar.

La competencia sigue hasta fin de año, y aunque no vamos primeros, dejé de preocuparme. El estar en este grupo me desafía a leer más (en esos momentos desangelados de la cuarentena, donde mis amigas y amigos, han dejado de leer). Reconozco que no leería tanto si no estuviera en la Copa, es un desafío conmigo (quería llegar a leer más libros que el mes pasado, o al menos lo mismo), y de paso si se puede lograr unos puntitos más para nuestra casa.

Lo mejor es cuando estamos en el chat (ah, porque hay un chat, pero prometo no hablar mucho de eso), y alguien se despide diciendo "me voy a leer un ratito", y el resto, no solo entiende, sino que aplaude. En estos días estuvieron preparando una maratón (¡mi primera maratón de lectura!). No sé muy bien en que consiste pero tiene por objetivo ¡leer más!.

Y con estas palabras me despido, porque me queda un libro para cumplir con el reto entre casas (nos desafió Slytherin), y aunque ya no sea necesario terminarlo, me prometí que lo haría, así que...me retiro a leer queridas águilas.

¡Por el espíritu de Rowena!

3 comentarios:

  1. Saludos desde Hufflepuff querida Pato! Yo luché con esa tabla todo el tiempo que duró el desafío. Alcancé con mucho esfuerzo completar dos líneas pero ayer el día se me fue de las manos y no alcancé a escribir la nota. Me pasó parecido que a vos... En algún momento dije: capaz que calificó de bookstagrammers si me la paso leyendo y reseñando libros, pero no, no es eso. Yo agradezco que me acepten en el equipo como una más, debo ser la más grande, y apenas si sumo un par de lecturas al mes, en abril ni eso, solo completé el reto del mes. Pero mayo vendrá con todo. Me voy que tengo que explorar quién será el autor que jamás leí para el reto de mayo

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    1. Claro...yo ayer tratando de terminar de subir reseñas y escribir esto y lo otro...Ja ja en el minuto 59 de las 23 mandé la última: juass...es toda una experiencia...No quería nombrarte, porque bueh..somos casas enemigas...Ahi vamos en Mayo buscando libro (se me ocurrió que quizás El mago de Oz que hace mucho que le tengo ganas) Abrazo

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    2. jajajaja confraternizás con el enemigo! jajaja
      Es buena la selección, yo todavía no me puse a pensar qué autor quiero elegir.

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