miércoles, 11 de septiembre de 2024

Día de la maestra. Día del maestro






En Argentina hoy se celebra el Día del Maestro, o en realidad de la Maestra porque la mayoría son mujeres las que se planchan el guardapolvo y cargan cada día con las responsabilidades en el aula.

En mi caso que trabajo en secundaria  y en la UBA, sería el día del profesor, o de la profesora el que nos atañe. Aunque en general no solemos recordarlo, es el 17 de septiembre.

Pero vengo a escribir acá para retribuirles a quienes fueron mis maestras, a mis colegas, a mis amigas maestras, a quienes educaron a mis hijos e hija con amor.

En un momento en que sentimos que ser docente es una profesión en solitario. En que el estado se empeña en castigarnos (cuando deberían darnos su apoyo) desde los salarios, desde las obligaciones y también desde las palabras. Cuándo entiendo que muchas y muchos abandonan los profesorados porque sienten que no es por ahí, o desisten de sus sueños por otras profesiones mejor retribuidas. Siempre hay alguien en un aula que logra lo imposible. Que escucha, que acompaña, y que de algún modo cambia un pequeño mundo cada día.

Hace muchos, muchos años escribí este texto para las maestras de mis hijos ( en femenino dado que son mayoría). 

Ahora el término maestra tiene muchos más significados para mí. Tengo a Iris Rivera, a la Tere Andruetto,  como grandes maestras, y a otras que ayudaron en mi formación, pero recuerdo a mis maestras de escuela también con cariño.

Así que lo dejo por acá.





Érase una vez una personita que nació en un lejano Reino habitado aún por fuerzas mágicas y extrañas.

Con motivo de su nacimiento se reunieron diferentes y poderosas fuerzas con el objeto de homenajearla y colmarla de los más dichosos y especiales dones. Sus padres orgullosos y felices, los dejaron hacer. Cada una de las magas intentaba entregarle un don que sorprendiera a los demás con el prodigio de su magnificencia, y así se fueron sucediendo, una tras otra:

Tendrás el don de convertir la oscuridad más tenebrosa en luz, con sólo pronunciar unas palabras.

Podrás transformar los trazos de una pluma en fórmulas mágicas, que cualquiera podrá entender.

Con sólo leer un pasaje, podrás inducir viajes fabulosos y aparecer caminos nunca transitados, en quienes te escuchen.

Tus manos sanarán heridas, con el poder de una caricia, y tu voz será capaz de alejar la tristeza y las lágrimas.

Ayudarás a quien lo desee a encontrar tesoros fabulosos en cosas sencillas y recibirás a cambio mucho más de lo que puedas dar.

Tu nombre será pronunciado cada año por voces diferentes que repetirán hasta el infinito tus poderes sorprendentes y tus ciertos dichos, y al menos que lo consientas, no podrá ser olvidado.

Acallarás las rebeliones con el poder de tu palabra y sembrarás la paz en donde la discordia haya sido plantada.

En eso, hizo su aparición una poderosa Maga que quiso con sus dones opacar los demás, y dijo:

- Yo le otorgaré todo eso y más. Le daré un NOMBRE que la hará poseedora de todos estos maravillosos dones y de otros que ninguno de ustedes podría soñar:

La llamaré:     MAESTRA.




¡Feliz Día!

Realmente creo que son poseedoras de un don maravilloso.

 ¡Gracias!

(Las ilustraciones son de la genia de Nerina Canzi.)

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