sábado, 1 de agosto de 2015

Leer al otro: Charito I




Leer al otro: La historia de Charito

Charito es mi vecina, la de enfrente. Tiene más de 80, y un espíritu joven Cuando nos cruzamos está siempre ocupada, parece incansable, la veo barrer la vereda, juntar las hojas que caen del plátano vecino, o acarrear la compra desde el almacén de Roberto, otro vecino.
Una de las primera veces que nos cruzamos me contó, apoyada en el changuito del mercado, que conoció por primera vez a su padre a los 18 años, al pisar, por primera vez suelo Argentino.
Hace tiempo  que quiero sentarme a conversar con ella. Me di cuenta que tenía muchas ganas de contar su historia, lo había intentando con la ayuda de una maestra que tuvo en un taller al que acudia gustoza,  pero cuando murió, dejó a ella y a otros jóvenes de la tercera edad,  huérfanos de palabras 
Ella dice que sola no podría, dado que es  "casi analfabeta", y anda un poco mal de la vista. Le propuse, entonces que lo hagamos juntas

Iremos contando la historia de Charito, una de muchas otras historias de vecinos que me gustaría contar. Acá en mi barrio, hay algunos que tienen mucho que decir...pero que nunca se animarían a ponerlo en palabras porque son gente de "poca cultura" según ellos mismos me dicen. Sin embargo, son narradores expertos, que no temen soltar sus historias,  cuando cortan el fiambre, van a comprar pan, o barren la vereda. 

Para que no se vuelen lejos, como las hojas al viento, las pondré en la pantalla...


Con Charito, daremos por inaugurada la sección "Leer al otro", que será parte de este blog...

Les contaremos de su tio Gerardo.

Charito hablando. En primer plano un recuerdo que se trajo de cuando volvió a Asturias hace unos pocos años



Cuanto cariño me ha dado aunque cuando yo nací, él era un señor mayor.
Cuando crecí siempre me hablaba de sus vivencias, y ahora yo voy a hablar de su persona
Nunca lo vi enojado, siempre nos tuvo mucha paciencia, nos regalaba tanto cariño, tanto a mis hermanos como a mí, y solo a cambio del respeto que él nos enseñaba
El tío Gerardo siempre usaba madreñas y la muleta
Me sentaba en sus rodillas, cuando yo era pequeñita, para contarme cosas de su vida
Una de ellas fue cuando lo mordió un escorpión y por ello se le secó y perdió medio dedo, al ocurrirle esto no podía ligar el pitillo y entonces dejó de fumar
Como fue a servir al Rey (como se decía en aquel entonces) estuvo solo 3 días, porque no daba la talla. Él medía 1.60 y la Reina solo quería a los altos y buenos mozos. Entonces la gente decía "Ya cayó la hoja al roble  o ya floreció la espinera, la flor de los buenos mozos son los que la Reina lleva". Esos dichos asturianos


Cuando mi tío cumplió los 100 años, vino un sobrino que era periodista a hacerle un reportaje y el tío pidió una aguja bien fina para que viese como la enhebraba sin anteojos porque no usaba.

Le dijo que había recorrido mucho mundo, y adonde más lejos había ido era a un lugar llamado Roaza.
Esas cosas me contaba el tío Gerardo, pero todavía quedan muchas más en mí recuerdo.

2 comentarios:

  1. Leer al otro! Un cariño especial para Charito que, sin necesidad de ser léida, es tan digna de ser leída.

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  2. Gracias Iris...que lindo lo que decís!

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