domingo, 29 de octubre de 2023

Leyendo: Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura?

"Las comunidades encuentran su voz a través de los cuentos"



Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura?
Las comunidades encuentran su voz a través de los cuentos
Autora: Sara Hirschman
Colección Espacios para la lectura
Fondo de Cultura Económica
2009



    De la página de la Editorial (Fondo de Cultura Económica) copio parte de la reseña:


Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura? es el relato de una experiencia educativa que Sarah Hirschman lleva a cabo hace cuarenta años con comunidades empobrecidas, a veces marginales y en muchos casos sin educación formal. El programa People and Stories/ Gente y cuentos, basado en lecturas de cuentos de grandes autores y debates, abre a los participantes la posibilidad de apropiarse de las narraciones y transformarlas en instrumentos para su desarrollo personal. La autora demuestra cómo la literatura puede convertirse en un espacio de conexiones inusuales para personas que en general no tienen acceso a la lectura.

    El prólogo de Ricardo Piglia es un plus enorme para este libro de la Colección Espacios para la Lectura.

La narración revela significados sin nombrarlos, los señala, los hace ver. Podríamos decir que se busca mostrar (enseñar) un sentido que está implícito .


    Esta es una colección que  persigo desde que decidí adentrarme en la tarea de ser mediadora entre libros y lectores.
La autora de este libro, Sara Hirschman, falleció en 2012 a la edad de 90 años. 



    Lamento profundamente no haberla conocido, porque me imagino que conversar con ella, sobre literatura o cualquier otro tema, debía ser por demás interesante.


    En distintas comunidades a lo largo y ancho del mundo el programa "People and Stories/Gente y cuentos", logró conectar libros y lectores, pero principalmente personas, que muchas veces no tenían nada en común, o al menos, eso parecía...


"... La gente encuentra su propia voz y una nueva confianza en sí misma en la medida en que el texto de ficción ayuda a desarrollar una sorprendente habilidad para trabajar con ideas y compartir sentimientos personales con otras personas " 


    Un encuentro semanal en una parroquia, un club, una escuela que cede su espacio. Un cuento potente fruto de una cuidada selección, preferentemente escrito por un autor en la lengua original de aquellos que se reúnen para leerlo (con sus copias dado que se trata de juntarse en una ronda de lectores).Preguntas adecuadas, no para saber que entendieron. , sino para seguir explorando. Un coordinador que sepa escuchar, con un guión, para analizar el texto, pero con el que perderse de ser necesario de acuerdo a las necesidades del grupo. Gente diversa hablando en español o en inglés al principio de la misma edad, y del mismo barrio (posteriormente decidió ir más allá y realizar reuniones entre adolescentes y gente de la tercera edad, o con gente de diversos grupos étnicos o procedencia distinta). 

    Una idea sencilla, que no lo es tanto. Requiere trabajo, compromiso, participación. Mucho, para llevar adelante por más de 35 años. Un seminario en la Universidad de Harvard con el filósofo y educador Paulo Freire, le abrió el camino a nuevas ideas sobre el significado de la literatura para las personas con una educación limitada. El germen del programa nació, según sus propias palabras, "en la medida que me permitía combinar el gusto por la lectura literaria con el deseo de desarrollar una mejor manera de comunicarme con un grupo de gente más amplio que el de aquellos con altos niveles de educación"


" Mi idea original era compartir cuentos que me gustaban con personas que nunca habían tenido acceso a la literatura. Sentía que además de la gente educada, otros derecho a compartir este placer. También creía que conversar juntos sobre estos cuentos me daría la oportunidad de entrar en contacto de una manera más significativa con personas ajenas a mi círculo inmediato, y me permitiría ampliar mi propio universo. Pero a medida que el programa se fue desarrollando, resultó evidente que durante las discusiones de los cuentos sucedió mucho más de lo previsto. "


    La gente acudía porque sentían que era "su espacio semanal", porque le permitía hablar, compartir, porque trasmitía esperanzas, los ayudaba a ponerse en el lugar del otro, y muchas cosas más.

Una historia literaria narrada por un escritor, no es nuestra vida; proporciona una distancia que permite la discusión de temas sensibles y ofrece una estructura manejable que organiza y vuelve a aumentar estas nuevas intuiciones "amenazantes".
 
    Sara estuvo en la Argentina por invitación del Centro  de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), leyendo cuentos en el barrio Santa María, y compartiendo compañeros. El programa se llevó adelante en nuestro país durante 1984 pero por lo que leyó se interrumpió.


    Hacer la cultura accesible para gente que la cree ajena y lejana. No simplificar, o resumir las obras, usando cuentos originales de autores reconocidos como Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Andrés Rivera, Luisa Valenzuela. Una tarea sencilla y por otro lado complejo. Algo que podría intentarse.
 Quizás la lectura de este libro les de a muchos envión para sumarse en este camino cotidiano, o como a mí, el impulso para no bajar los brazos, sin importar lo que otros piensen o crean. 

Al principio los integrantes del grupo están un poco inhibidos por lo que suponen les van a preguntar. Entonces nosotros leemos el cuento en voz alta y en lugar de preguntar “¿les gustó el relato?” partimos de fragmentos específicos. De una imagen. De una palabra rara. Esto hace que la gente comience a sentirse cómoda. Cada uno empieza a reconocer sensaciones, experiencias comunes. Entonces empezarán a participar. Y lentamente vamos ampliando la discusión y comprendiendo el cuento. A veces funciona mejor que otras, pero cuando sí funciona la gente se siente tan orgullosa de haber podido hablar, de haber podido compartir algo de su experiencia de vida. Es completamente diferente a lo que sucede en los grupos de lectura de mujeres de clase media. Aquí, lo interesante es ver cómo la gente empieza a sentir que está participando en eso que han escuchado nombrar como cultura pero que les parece lejano e inaccesible. Ahora está ahí, entre ellos, es real, están hablando sobre eso. Se genera una gran sensación de liberación,  dijo en una entrevista para un diario de Argentina en 2012.

Les dejo otros libros de la colección que cuentan entre mis favoritos:  "Dime. Los niños, la lectura y la conversación" Aidan Chambers  "La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético" Graciela Montes  "Déjenlos leer. Los niños y las bibliotecas" Genevieve Patte.  "Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura" Michele Petit  "La lectura otra revolución" María Teresa Andruetto. (y casi que todos 😁)



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