jueves, 25 de mayo de 2017

Charla del querido Luis Pescetti en Exactas. .

El 22 de Mayo, Luis Pescetti, estuvo en el Aula 6 del subsuelo del Pabellón II, dando una charla titulada "Juego e Infancia"




Me había enterado de casualidad que este lunes, iba a estar en el lugar donde estudié, donde trabajo, donde pasé los últimos 30 años de mi vida. 

Que Luis se presentara ahí, era para mí como si me avisaran que se aparecería de improviso en el living de mi casa. 

Hubiera querido sacudir el polvo y pasar el trapo, pero era imposible (quien conozca Exactas, con su fachada gris y su polvo de años sabrá a qué me refiero). 

Al menos intenté verme presentable, y recibirlo con mi mejor sonrisa. No era la primera vez que me lo encontraba, pero sí la primera vez que nos encontrábamos fuera de un ámbito de libros y lecturas infantiles. 

Por si alguien no lo conoce, Luis Pescetti es un escritor, músico, compositor argentino muy premiado, y reconocido por el público de todas las edades. Nacido en San Jorge, provincia de Santa Fé, ha recorrido mundo, cantando y contando. Ha recibido numerosos reconocimientos: un Grammy en 2010, el Konex como reconocimiento 2001-2010, el premio Casa de las Américas en 1997, y mucho más.

Para mí, Luis fue uno de los primeros autores que me decidió a mediar entre lecturas y lectores. Sus libros estaban entre los favoritos de mis hijos, y me regalaron los primeros cuentos que decidí salir a contar a otros.  Nadie te creería, Historia de los Señores Moc y Poc, El pulpo está crudo, y luego Caperucita Roja tal como se la contaron a Jorge o Unidos contra drácula, fueron los libros que necesité compartir por el placer que a mí me habían regalado.

Para que otros puedan disfrutar un poco de sus palabras, me animo a compartir estos apuntes que he tomado ayer (curiosamente no es la primera vez que tomo apuntes en el aula 6). 

Así nos invitaba a encontrarnos desde su página:

Gentes: es una "charla abierta" sobre el tema del juego. Aclaro por si la palabra "capacitación" confunde en relación a puntajes y esas cosas. Para quienes lo soliciten les extenderán un certificado que podrán pasar a buscar una semana después. NO HAY QUE ANOTARSE. NO ES SEGURO QUE SUBAMOS VIDEO ESTA VUELTA

(lo estuvieron grabando, y luego de que se publicara esto, publicaron una parte de la charla así que se los agrego al final..)


Llegué un rato antes de las 13.30 y el aula estaba bastante vacía. 





Sin embargo, de a poco fue llenándose de un público variado. Maestras del Jardín, jóvenes estudiantes que salían de sus aulas, padres que trabajaban en Ciudad,  y gente "de afuera" que se había enterado y quería escucharlo. 

Adultos, en su mayoría, como pueden ver:


El aula tiene una capacidad de 240 personas (lo sé porque el sábado tomaremos el parcial ahí). Aunque al comenzar parecía vacía, al finalizar estaba a tope, calculo más de 300 personas. Gente de pie o sentada en las escaleras del costado, nadie quería perderse ese encuentro. 

Una de las primeras bromas fue por la puerta vaivén hacía un chirrido molesto cada vez que alguien la abría, así que pidió que la dejaran abierta. Durante toda la charla la gente siguió entrando, y con naturalidad sentándose a escuchar.

En la presentación contaron que el Jardín Materno Infantil que hay en Ciudad Universitaria, para los hijos de trabajadores o estudiantes de Exactas, lo invitó hace dos años a Luis a inaugurar su biblioteca.  La biblioteca de Mi pequeño mundo ya tiene más de 3000 ejemplares y fue bautizada con su nombre (recuerdo con tristeza, esa visita de Luis, a la que no pude asistir). 

Este año, al planificar el proyecto anual, pensaron en el tema del juego, y volvieron a invitarlo

Así nos participaban del germen de esta charla. En primera fila estaban justamente las maestras y auxiliares, con su delantal azul que decía Exactas,

Luis, lucía distendido y relajado, sabía que estaba ante un público distinto a los de sus show, pero se dispuso a jugar con los participantes adultos...




"Una vez me preguntaron ¿Cómo enseñarles a perder a los chicos?. 
¡Hay que ser latinoamericano! Si estuvieras en Japón, en Alemania o en EEUU, te preguntarías como enseñarles a ganar."

Y siguió...

"Los chicos son marcianos."

(y ante la risa generalizada agregó

"Lo digo en serio...¿Cómo trabajar con chicos? 
Piensen en que necesitarían ustedes si fueran marcianos...
El problema es que cuesta mucho imaginarse a uno en otro tiempo. Nosotros no entendemos a los chicos y ellos no entienden como serán en su vida adulta.
Si querés trabajar con un chico y entender su experiencia, imaginate a vos mismo como migrante."

Luis nos habló de su experiencia, como maestro, como animador de juegos infantiles, pero fundamentalmente de su experiencia como comunicador durante sus show en el teatro. 

Luis conoce muy bien a los chicos,  pero no los imita, no se pone a la par, sino que los acompaña desde su rol de adulto. 

Decía:

" Yo no entronizo al niño...
 A los niños no les gusta que los pongamos a cargo de las cosas....
Imaginensé que se suben a un avión, y les dicen: Volemos...¿quién quiere ser piloto?. ¿Quién quiere ser cirujano? El adulto debe conservar su rol de adulto, porque sino el chico se angustia mucho."

En este momento las risas que aguardaban, se desataron.

En toda la charla recurrió al humor, pero a diferencia de sus espectáculos, nos lo hizo notar en cada paso, por qué y cómo lo hacía. Nos indicó el sendero y nos acompañó a caminarlo.

Era como estar en un teatro, pero mirando el backstage, mostrándonos los hilos que mueven el detrás de escena y que tuvo la generosidad de compartirnos.

Como en una clase.

Contaba que cuando escribió su libro "Taller de animación musical y juego", preguntó a maestros y profesores de los juegos que hacían. Que hoy en día, recurre a youtube, para buscar chistes, juegos ( "de cada 100 chistes que miro, 1 es bueno") para sus espectáculos. Claro todo el trabajo previo que se pone en marcha antes de presentarse con su banda en el teatro. La estructura del guión, nada de improvisación. La charla también tenía el suyo, que iba mirando cada tanto...

"Los juegos son como los chismes, cuando un chisme está bueno te morís de ganas de llegar al trabajo para contarlo. Lo mismo un chiste. Lo mismo una canción.

Si a mi me divierte va a funcionar."

La frase que sigue la subrayé varias veces en mi libreta de apuntes...

"Los chicos son detectores de entusiasmo."

Contó, entonces, como va alternando en su espectáculo, distintos momentos. 

Si enseña un juego que es de coordinación, lo alterna con otro más sencillo:  

"Los chicos tienen una predisposición natural para engancharse."

Y ahí, otra vez de a pie, bajándose del personaje, nos contó que intercala chistes en sus show porque tiene pánico al fracaso. La respuesta a esa confesión fue la risa generalizada, pero el contraatacó..."ustedes se ríen, pero mi analista me cobra" .

Y poniéndose serio:

"No hay que hacer muchos chistes porque sino se piensan que soy un cancherito y a los chicos no les gusta, es como si les preguntara todo el tiempo si me están siguiendo. Los chicos me dirían:

- No me preguntés, no estés sujeto a mi opinión, "


En este momento de la charla ya no recordaba que esperaba encontrar en ella, pero estaba segura que no era eso.

Me resultó inesperada, profunda, interesante y como docente sentí que me hablaba.

"Lo mío es más fácil"...nos decía.


Repito sus palabras, dirigidas a nosotros, docentes:



:

"Si yo tuviera 500 personas, una sola vez, y 500 personas al otro día, me la banco. Tengo dos show. Esas misma 500 personas al otro día entro en pánico. Cuarto día: tengo un artista invitado. Quinto día: hago un encuentro de artistas invitados....

La docencia tiene algo terriblemente difícil que es mantener la frescura de la relación durante 4 horas o más, durante todo el año.

Hay un exceso de supervisión...todos opinan...los padres, los directivos... Ahí está nuestra tarea como docentes, para tener la suficiente autonomía profesional.

Esa es la fuerza del docente, esa es la habilidad...

En eso se parecen, aunque lo mío es más fácil: 500 personas una sola vez."

Nos contó como en sus show el equilibra, lo que da y lo que pide. 

Si les da una parte, una canción conocida que ya están esperando...(por ejemplo su clásico Tiburón, tiburón) les pide, que escuchen una canción nueva, algo a estrenar...(nos cantó un pedacito de una canción nueva, lenta, más profunda...tierna)

Da y pide. De eso se trata.

"Para un espectáculo necesita un guión y un margen de juego. No hay que forzar las cosas. Sino es el caminar de los borrachos. Nadie camina tan duro como un borracho."

Cierto, no podemos controlar todo. 

Y ahí me acordé de las clases en que con los adolescentes me pongo demasiado rígida...hay que saber guardar el rol, pero ser flexible. 

Ahí nos contó un tip que le pasó un gerente de Sony, ese canal que es un éxito con sus sitcom...

"Tenés que tener un chiste inolvidable, 5 que estén buenos... y los demás que acompañen."

Y acá agregó que le parecía una fórmula ideal y efectiva, hasta en la convivencia...

La verdad que Luis es un gran observador, de la gente, y de los chicos, me quedé pensando en esto luego de que nos diera este ejemplo para entender mejor el mundo infantil.

- Los chicos no conocen la narrativa de las cosas. - nos decía.

El ejemplo que mencionó me resultó muy claro; el vaso y la botella. 
Un niño intentará probar que se hace con el vaso, que se hace con la botella. No sabe que hay que levantar la botella, acercar el vaso, inclinar un poco la botella, pero no mucho...luego sostener el vaso...y así.

Solo lo intenta, a veces con resultados desastrosos...

Y claro:

"La narrativa se aprende después"

Me tuve que ir un rato antes (había que continuar con las clases, pero juro que me quedé pensando en sus palabras y con la ansiedad de probarlas).

Cuando me iba, nos mostraba un video de una especialista de los Estados Unidos, que hablaba de las canciones de cuna.

De lo importante que es componer canciones de cuna para relacionarse con un niño, con nuestros hijos. 

No importa si no tiene una bella voz, o si no sabe cantar...un niño solo espera esa voz conocida y bebe de esas palabras para calmar su sed de amor y de compañía.

Entre los extras que nos dio la charla, fue a Luis acompañado de su guitarra cantándonos algunos pedacitos de la canciones que estrenó el día anterior en su show.

Cuando me fui, me las llevé conmigo, y al finalizar el día, les compartí a mis alumnos de 2do año de secundaria este cuento: Deme otro, que está en su libro Nadie te creería.


Mañana, me toca tomar parcial en esa aula, esta vez, a adultos que cursan biología en la Universidad de Buenos Aires.

Algo de la magia de Luis, se habrá quedado flotando ahí, al menos para mí.

Me voy a aguantar, y no les voy a cantar "Soy invisible" una de las canciones favoritas...(un poema que está en el libro Unidos contra Drácula)

Pero se las dejo a ustedes...

Porque habla de la importancia de escuchar a los niños, (los padres, los docentes, los adultos en general) para que no haya niños invisibles. 

Eso que hace tan bien Luis.

(para mis amigos de afuera, que por ahí no lo conocen aún, o no tienen acceso a sus libros, mucho de Luis está acá...
en toda su generosidad, accesible...
http://www.luispescetti.com/)

El link para escuchar parte de la charla

https://www.youtube.com/watch?v=G3aoCCZrEe0&feature=share

martes, 21 de marzo de 2017

Nacer a la lectura y más: Mar Benegas




"Cada libro es un deseo"




Mar Benegas, nació en Valencia, España. Es escritora y poeta. Especialista en Literatura Infantil y Juvenil. En continuo movimiento viaja por distintos lugares con el feliz empecinamiento de acercar la poesía a los niños. Brinda talleres, ha sido formadora de escritura creativa de la escuela Fuentetaja. Dirigió el sello de libros infantiles, República Kukudrulu, y Candela, una colección de poesía y ensayo. Es colaboradora ocasional en distintas revistas, en sus secciones de divulgación literaria. Trabaja como editora y ofrece charlas y conferencias.

Desde hace un tiempo, coordina y dirige la página web El Sitio de las Palabras. Un lugar estupendo para la formación a distancia,  en donde he aprendido mucho.  Es directora también de JALEO (Jornadas de Animación a la Lectura, Escritura y Observación), que se realizan con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la ciudad de Valencia. Un encuentro maravilloso que espero poder presenciar este año.

Entre sus muchos libros publicados, figuran: Abecedario del cuerpo imaginado. A lo bestia, La caja de las palabras, Cómetelo todo, La Cereza (una estupenda colección de poesía para prelectores favorita de los niños), Con el ojo de la i, Como abrió Don Nicanor el Gran Circo Volador, 44 poemas para leer con niños (una antología de poesía para niños y adultos), Qué soñaran las camas, y de reciente aparición: Versos como una casa y Las niñas o como suceden las cosas. También libros para público adulto como: Niña Pluma Niña Nadie, El abrazo, La ciudad o la palabra pájaro y Anáforas del derrumbe.

    A todos los que la conocemos nos encanta leerla, así que dejo que ella se presente:

     
    Soy Mar Benegas. Por si alguna de vosotras no me conoce os diré que vine al mundo un día de tanto calor que nací amarilla. De pequeña me enamoraba de los objetos: de la funda de la almohada, de unos zapatos, de un bolsito que me regaló mi prima, y cosas así. Todavía me sigue sucediendo: amo un plato que era de mi madre, que solamente utilizo yo, y a los libros que cubren casi todas las paredes de mi pequeña casa. Tengo un hijo, un compañero de vida, dos gatos y dos perros. Afuera, en el jardín, viven las ardillas y las ranas.

    También escribo, bastante, es como un vicio malo del que, a veces, salen cosas buenas. He escrito algunos libros de poemas, algunos cuentos, he participado en algunas antologías y he seleccionado poemas para una antología de un libro de poesía para leer con niños. También colaboro, de vez en cuando, con algunas revistas.


    Desde hace unos años, recito y hago talleres de poesía en escuelas y bibliotecas, con niños y niñas, animo a leer y a escribir donde me llaman y coordino las visitas escolares de la Biblioteca Pública de Valencia. También he creado un espacio que se llama El Sitio de las Palabras.

    Soy lectora empedernida y amante, como decía antes, de cosas inverosímiles: vasos, platos, fundas de almohada, los niños, y... la poesía.



    He tenido la oportunidad de conocer a Mar el año pasado, cuando llegó a Buenos Aires para participar del FILBITA. Allí, en el Panel sobre Migración, junto a otras admiradas escritores e ilustradores, leyó su ponencia Memoria Nómade: la palabra como hogar:



    Comparto con ustedes el comienzo:

      La guerra es un cráter lleno de hielo. Una guerra civil es una grieta, una fisura donde el blanco del abandono y el frío, donde el vértigo y el hambre, justo allá. Y aquella guerra, la que yo guardo donde todos los recuerdos que no son míos pero me pertenecen, fue la orfandad y el miedo de mis padres. Fue su madre. Desde entonces, y antes de nacer, yo soy nieta de una guerra.

       Tengo una memoria migrante y nómada. La poesía se ha convertido en un hogar. Una casa o patria donde no existe la geografía, un no lugar donde son ajenas las fronteras. Es un lugar que no existe donde siempre puedo regresar.
    Por eso escribir desde el dolor, desde la fuga, escribir para la infancia, con la necesidad de restaurarla de lo dañado. Para protegerla del dolor. Para sanar sus heridas, las que son, mías, las que no deberían ser, de ninguna infancia. Para que no se repitan. Nunca. Siempre.



    Recuerdo esa lectura, que resultó extremadamente emotiva para los que la escuchábamos. Emergimos de ella, muchos, con los ojos húmedos, y las emociones erizándonos la piel. Para continuar leyéndola pueden también seguir su blog.

    Acá una foto de Mar, en el intercambio con los chicos que realizó durante el FILBITA...





    En persona, como pueden ver, es divertida, burbujeante, irradia energía. Disfruta generar encuentros, especialmente con los niños. Y los niños disfrutan de ella. No todos los escritores de literatura infantil, tienen tal conexión con sus lectores Mar prepara minuciosamente cada uno de esos recitales y talleres. Haciendo de ellos un encuentro único, en donde chicos y grandes disfrutan por igual. Cuan valioso es ese trabajo, cuan necesario.

    En Buenos Aires, además de la ponencia, dictó un Taller para mediadores y maestros, del que participé. Acá una de las fotos en que Mar nos lee Una caja de palabras, un precioso libro. Un libro que reúne su amor por las palabras, y como dice en la entrevista, por ese primer libro que las guardaba para ella, el diccionario.





    Ya he recomendado en este blog su libro Abecedario del cuerpo imaginado, por lo que elegiré otros. 

    Con el ojo de la i, un libro ilustrado por Olga Capdevila, de Editorial A buen paso.





    Conocí este libro en Bogotá, en la librería de Espantapájaros, y fue amor a primera vista. 

    Tiene un diseño que brilla, y nos abre la puerta para viajar en él, un viaje en tren que no querrán perderse. Muy logrados los poemas, con una edición muy cuidada. Un espacio ideal para jugar y leer, leer y jugar, con la poesía. A los chicos les encanta, fue uno de los primeros que pude llevar a mis talleres, y lo adoptaron fascinados.

    El libro fue premiado el año pasado por la Fundación Cuatrogatos, justamente reconociendo su calidad tanto poética, como en la ilustración y en la edición, que forma un todo que los dejará satisfechos y felices, y con ganas de más, como me pasó a mí.



    Cuando aún no conocía en persona a Mar, busqué información de ella en internet y me apareció un video en donde recitaba los poemas de A lo bestia. (Un libro ilustrado por Guridi y publicado en Editorial Litera.)

    Les dejo un poquitito de él para que saboreen:

    La madre cotorra

    No para de hablar ¡será lora!
    La madre cotorra sin pausa
    que habla sin prisa y sin causa

    No piensa que estoy esperando,
    no tiene consideración,
    si encuentra una amiga en el horno
    ya sé que me toca plantón.
    ...

    Este libro destila humor, es un guiño para los padres (que ellos agradecen), y los niños cómplices saborean. En el último picnic leí unos poemas y las carcajadas de las madres eran mayores a las de sus pequeños. Disfrutaban como niñas.




    Quise conseguirlo en uno de los eventos del FILBITA, pero ¡ya estaba agotado!... Gracias a la generosidad de Mar, al fin lo tengo, y me acompaña a la plaza, en los domingos de Picnic de Palabras, sin falta, desde entonces. 



    Por útimo les hablaré de A juego lento. Taller de Poesía. con ilustraciones de Carlos Rubio, también de Litera Editorial.


    Especialmente se los recomiendo a aquellos que buscan un modo de acercar la poesía a los niños. 
     
    Mar es una excelente maestra (lo digo con conocimiento de causa, después de una cursada virtual de varios meses)

    Y en este libro reúne de una forma divertida y clara todo su saber.

    Les copio un bocadito, para que se queden con ganas de más...


    Tener ojos de poeta es ver las cosas que nadie ve. Asomarse al mundo cada día y darse cuenta que tiene de especial. Ser sensible a todo lo que sucede y luego contarlo. Es una mirada que llora con palabras si ve algo tristísimo o que ríe fuerte si pasa cerca la felicidad. 

    Justamente así, es ella.


    Los dejo entonces con esta fantástica entrevista, en donde nos cuenta de sus inicios lectores, agradeciéndole a Mar y a ustedes su compañía.

                                                                 ¡Hasta la próxima!


     ¿Qué recuerdos tienes de tu inicio lector? ¿Qué libro, relato, historia de la infancia recuerdas especialmente?

    Mi inicio lector es una voz que cantaba. Aquella maestra de párvulos, mi madre sentada en la mecedora contándome un cuento. Las historias de mi tío bajo las estrellas .Recuerdo algunas canciones, algunos cuentos, algunos juegos. Esas fueron las primeras piedritas que conformaron mi amor por el mundo de los deseos, porque leer es desear, claro, y eso comienza mucho antes de saber leer. Antes del libro comienza con la voz y con el cuerpo.

    Pero hacerme lectora, de libros en papel y de manera consciente, fue en la adolescencia. Ahí la lectura y la escritura se levantaron y comenzaron a caminar ante mis ojos, a pesar de que mi primer escrito conservado, mi primer poema, es de cuando tenía 11 años, fue mucho después cuando supe que lo necesitaba.

    Recuerdo, por repetición, que leía Los Cinco, de Enid Blyton, no había mucho más y cada año una de mis tías me regalaba uno de esa colección. Pero pasaban sin pena ni gloria. No sucedió lo mismo cuando, a los 12 años, uno de mis hermanos me regaló “Las minas del rey Salomón”, en una edición que todavía conservo y que dejé a mi hijo en su docena (de años). Es una edición bastante mala, pero a mí me pareció el inicio de todo, sobre todo, creo, porque llegó con estas palabras: “es un libro de mayores”.

    Y sí, fue el que me abrió los ojos a lo que un libro te podía hacer vivir, pero, sobre todo, me entusiasmó que hubiera tantas palabras que no entendía. Y eso me llevó al siguiente libro que recuerdo especialmente, que también llegó a mí por aquellos años, el diccionario. Lo leía como si fuera una novela, podía pasar horas yendo de una definición a otra: era infinito y maravilloso. Poder nombrar tantas cosas. Nombrar y existir es la misma cosa. Poner nombre, dar voz, zozobrar en el infinito universo del lenguaje, eso fue.

    ¿En qué lugar de tu infancia te recuerdas leyendo? Si tuvieras que describirme una imagen tuya en tus inicios lectores ¿cuál sería?.

    Vaya, creo que no tengo ningún recuerdo o imagen de mí misma leyendo. Sí tengo una nítida imagen de la primera vez que descubrí una biblioteca; porque entonces descubríamos las cosas, nadie nos llevaba de la mano, nadie nos custodiaba, había cierta libertad que siento se ha perdido y que me da miedo; recuerdo que callejeando por mi pueblo entré en un edificio municipal, y bajé unas escaleras semi-escondidas y misteriosas, o eso me parecieron entonces, y llegué a un distribuidor con varias puertas, tal vez solamente deseaba usar el baño, eso no lo recuerdo, pero vi una puerta entreabierta y me acerqué. Y sí, estanterías repletas de libros. Entré y miré, cogí libros, los abrí, los leí, y cuando ya me iba, una mujer, María (que sigue siendo bibliotecaria de esa misma biblioteca), me dijo: si quieres llevártelos te los puedes llevar a tu casa. Y fue un regalo, claro. Había descubierto la biblioteca pública de mi ciudad.
      
     Hoy en día ¿en qué lugar te gusta leer? ¿Tienes algún hábito o costumbre que te caracterice al momento de comenzar a leer, o al escoger un libro?

    Me gusta leer en el sofá, y, a veces, en la cama. Pero donde más me cunde la lectura (en cuanto a lucidez lectora y rapidez) y jamás entenderé el porqué, es viajando en avión (ni tren, ni coche, ni nada, en avión, si alguien sabe algo de este misterio que me cuente, por favor).

    Si tuvieras que elegir una palabra (pueden ser dos, o más) para describir lo que significa un libro para vos ¿cuál o cuáles serían?

    Cada libro es un deseo.

    Si tuvieras que decir lo que significa para vos la lectura en pocas palabras, ¿cuáles serían?

    Leer es escribir, sentir, leer es vivir.

    ¿Qué estás leyendo en el momento en que te ha llegado esta entrevista? O ¿qué estás buscando leer?

    Ahora mismo estoy re-leyendo ​La Diosa Blanca, de Robert Graves



     
    La creación por la metáfora: introducción a la razón poética de Chantal Maillard



    De poesía, Decir vivo a quién, de Danielle Collobert. 
    Entre otros.