sábado, 29 de diciembre de 2018

Festejando el cuarto aniversario de "Picnic de Palabras Florida"


Esta semana, mientras nos acercamos al "Cumple Picnic" que festejamos con amigos el Domingo 23 de Diciembre, se me ocurrió que tenía que volver a hablar en el blog de esta actividad que nos reúne una vez al mes en la plaza del barrio. 

Hay dos entradas en donde ya lo mencionamos, contándoles "los libros favoritos", y mostrando algunas fotos, pueden encontrar esa selección aquí y aquí

Para los que no saben de que se trata, les cuento que "Picnic de Palabras", es una iniciativa que comenzó en una plaza de Bogotá, Colombia, en 2012. Pueden ver y escuchar a Marcela Escovar aquí, contando de esos inicios. 

En 2013 arribó al barrio de San Cristóbal (en la Ciudad de Buenos Aires) de la mano de Selva Bianchi,  y por esas casualidades, en Diciembre de 2014 comenzamos a replicarlo en nuestro barrio, Florida. 

En Argentina existen al menos 5 plazas en donde ser realiza, una vez al mes, esta actividad. En lugares cercanos como Otamendi (Pcia de Buenos Aires), más lejanos como San Luis (Pcia de San Luis), o a más de 2800 km, en la distante ciudad de Río Grande, en la Provincia de Tierra del Fuego  (el lugar más austral de nuestro país) 

En 2018 la actividad fue reconocida con el Premio Pregonero Especial, por la Fundación El Libro.  

Actualmente la comunidad de "Picnic de Palabras", reúne voluntarios de Ecuador, Perú, México, Uruguay, Chile, Brasil, entre otros países de Latinoamérica 

Una vez al mes, (en nuestro caso un domingo por la tarde), aprontamos manteles y libros en nuestras valijas, e iniciamos una caminata de pocas cuadras, hasta la plaza. 

En general, me ayudan a cargar las valijas mis hijos (cuando pueden, dado que también han ido creciendo, y a veces tienen sus propios compromisos...)


Al llegar extendemos los manteles, acomodamos los libros (libros ilustrados, libros álbum) y los ofrecemos como un banquete dispuesto a despertar los sentidos. 


El objetivo de esta iniciativa es promover la lectura de libros en familia. Favoreciendo ese encuentro con la cultura  en un espacio público. 



Una biblioteca abierta, bajo los árboles,  por dos horas, un domingo al mes. Los chicos muchas veces nos dicen que es justamente como una biblioteca. Pero a diferencia de la escolar, los libros se leen en ese momento, y no pueden llevárselos a sus casa (por suerte siempre hay algunos que no descansan ni un minuto sobre el mantel, porque siempre tienen lectores que los buscan)
(En la foto, un regalo de Mayra, una biblioteca, dibujada con tiza en uno de los senderos de la plaza) 



Es un trabajo que requiere continuidad, a veces llegamos a la plaza y tenemos que invitarlos a participar... (y muchas veces cuando les repetimos que es una actividad gratuita y voluntaria nos miran con sorpresa, y se resisten a creerlo)

Hay veces que llegamos y hay varios que nos esperan, o gente que volvemos a ver después de un tiempo

Estamos sujetos al clima, cambiamos el horario de verano a invierno, hay días muy fríos en que la plaza esta sola, o días muy calurosos en que la gente empieza a llegar cuando el sol ya no se siente...

Pero a fuerza de costumbre nos convertimos en una parte del paisaje, y parte del cambio.

Los bebés a los que les leíamos...















Ahora escogen que leer.


Hemos ido conformando una pequeña comunidad de lectores en el barrio. Después de 4 años, ¡hemos crecido!. En número (cada vez hay más gente que nos espera en la plaza o que nos pregunta al encontrarnos en el almacén del barrio cuando nos toca el próximo picnic) y también acompañando a los lectores que han crecido leyendo con nosotros.




Empezamos con pocos libros, unos 50, que tenía en casa  algunos donados por amigos que se enteraron de la iniciativa. 

Aunque no recibimos ningún apoyo, siempre ponemos todo de nosotros, porque estamos comprometidos, sabemos que nos esperan, y principalmente porque lo disfrutamos. 

Hay un recambio de libros, tratamos de satisfacer las preferencias, (escogiendo con cuidado, porque los ingredientes son para mí lo más importante de este festín). 

Algunas veces los que concurren al picnic nos acercan algunos de sus libros, y seguimos recibiendo donaciones de amigos y editoriales . Entre los escritores amigos que nos acercan su obra se cuentan: Ángeles Durini, Ximena García, Sergio Andricaín, Antonio Orlando Rodríguez, Mar Benegas, Mercedes Calvo, Carolina Tosi, Márgara Averbach, Nelvy Bustamante, María José Ferrada, Sara Bertrand, Roberto Sotelo.  Entre las editoriales algunas que puedo recordar son Niño Editor, Arte a Babor, Quipu, Edebé, Ediciones de la Terraza, Guadal. 

En mi caso, no me molesta compartir mis libros. Algunos cuando se enteran de lo que hago, me preguntan si no me da miedo de que me los roben, y la verdad que no. Los que han sufrido roturas han sido unos pocos, quizás los que tienen pestañas, consecuencia de haber sido muy leídos en estos cuatro años (afortunadamente) Lo principal, es dejarlos en libertad, para que la gente los tome.

Buscamos libros atractivos, interesantes, y variados (de todo un poco, informativos, poesía, historietas, álbum ilustrado, libros objeto). Como un banquete que estimule los sentidos

A veces no basta con dejarlo sobre el mantel, hay que acercarlo, tender el libro como quien tiende un puente, abrirlo, para aquel que no está acostumbrado a entrar en ellos. 

Cada vez que llegamos a la plaza, los primeros que se acercan son los pequeños,  que no tienen prejuicios y saben que el festín les pertenece, y luego, los adultos, padres, madres, abuelas, abuelos, tíos o vecinos que acompañan y de pronto se detienen frente al llamado de un libro.

Oficiamos de mediadores,  también con los adultos que muchas veces se quedan leyendo libros "infantiles", mientras sus hijos o nietos van corriendo a disfrutar de los juegos. Muchas veces nos piden recomendaciones.






A veces, los pequeños,  nos piden que les leamos. (Es más nos insisten)


(Leyendo "El tesoro escondido del capitán Tifón", Ilustrado por Korky Paul y con el texto de Paul Carter) 

Y otras no ...



(leyendo "Sabueso perdió su hueso" Jonathan Long y Korky Paul, en la edición más antigua de Atlántida Editorial)

A veces leer y jugar se nos confunden...




..cada domingo llevamos actividades preparadas...
Pero igual los lectores siempre nos sorprenden




 (En la foto, las chicas luego de susurrarse los poemas que habíamos llevado,  decidieron susurrarse el libro "El túnel" de A. Browne, de Editorial Fondo de Cultura Económica.)

...a veces escribiendo sus propias historias:



(En este Picnic, Santi, decidió escribir una historieta, y compartirla con nosotros.)

Algunos domingos hemos recibido invitados especiales, que cuentan sus cuentos,




(Ángeles Durini, escritora, leyéndonos sus historias en Picnic de Palabras Florida)
O narradores que le dan voz a otras historias...




(Mabby Torres, narradora oral que nos contó historias en nuestro último Picnic Cumpleaños)

Pero lo que no puede faltar es la ocasión de leer en familia, de descubrir nuevas lecturas


Y siempre, al retirarnos, la plaza se queda con parte de esa magia, flotando en el aire. Nada me gusta más que ver como la plaza se transforma en un espacio intervenido por las palabras



Tendríamos muchas historias que contarles, pero solo nos queda agradecer. A todos y todas los que nos siguen, nos acompañan, nos visitan, nos regalan sus libros, o simplemente desde lejos nos envían su apoyo. 

A mis hijos que a pesar de lo que pesan los libros, me los alcanzan hasta la plaza, y especialmente a Ro Maydanski que saca tan bellas fotos.

En esta página de facebook, encuentran todas las fotos de los encuentros pasados y la invitación a los futuros (y también pueden escribir ahí si desean sumarse)

Por muchos encuentros más, en invierno ...





o verano...




Por otro año más de encuentros...





Y para terminar les dejo algo que escribió una de nuestra primeras invitadas (casi que fue debido a ella que comenzamos a hacer esta actividad, cuando llegó Diciembre de 2014, a punto de comenzar las vacaciones, sabiendo que en el verano ya no nos podríamos ver en la escuela para leer, pensé que la plaza del barrio podía ser una buena ocasión de encuentro)

Agustina, nos encontró en varios Picnic, pero dos años después de ese comienzo, sin que se lo pidiera escribió lo que para ella significaba leer. 

Lo dejo anotado con tiza en uno de los senderos de la plaza, en septiembre de 2018




Tu mundo mágico 

Mirá un montón de libros leelos y
 aprendé cuando lees un libro, 
es como leer tu fantasia 
como quieras tu mundo es magico
como desees se feliz mientras puedas
ahora

Agus 
(sic)

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