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miércoles, 22 de febrero de 2023

Leyendo mujeres. Taller de poesía por Begoña Abad




Quise compartirles este texto.

Porque estamos preparándonos para el comienzo de año escolar. En la escuela. En la Universidad. Y hay algo en cualquier situación en mi cotidiano como docente que no quiero olvidar.

 Algo que creo, cuando la vida  nos atropella, se nos escapa.

Hay que aprender a leer a ese otro/otra.

Hay que dejarse enseñar.


TALLER DE POESÍA


    El taller de poesía tenía cierto nivel, los alumnos acudían, año tras año, sabiendo que el profesor que lo impartía era un hombre con talento sobrado para conseguir ese nivel entre una mayoría suficiente, y que era un exquisito de la literatura que tenía la cualidad, sin embargo, de descender peldaños, los suficientes para no intimidar a los aficionados y sacar, de cada uno de ellos, algo valioso en el esfuerzo que hacían para componer sus poemas.

    Desde el primer día de aquel nuevo curso hubo algo diferente que nunca hubiera sospechado iba a ser más ocasión de aprender que de enseñar.

    En la primera fila, con aire tímido pero decidido, se sentaba una mujer de edad más que madura, calculó que podría ser su madre y él rondaba los cuarenta. Siendo esto ya inusual en los años que llevaba impartiendo los cursos, lo era aún más el aspecto de la mujer. Se sintió confuso. Vestía con sencillez, se notaba que no había perdido mucho tiempo en acomodar colores y estilos. Sus manos no parecían habituadas a manejar precisamente pluma y papel, estaban enrojecidas, agrietadas y las uñas algo astilladas en algunos de sus dedos. Con ellas sujetaba un bloc de espiral con papel cuadriculado y un “bic”, que parecía demasiado prosaico para alguien con pretensiones poéticas. No tenía esquemas en los que encuadrarla y sintió una mezcla de temor e irritación. Temía que la mujer pretendiera de él más de lo que a simple vista iba a ser capaz de conseguir de su nivel y le irritaba, como siempre, tener esa dura tarea de desencantar a los aficionados a poetas, que no tuvieran posibilidades de lograrlo. Al fin y al cabo, uno es libre de pretender metas, pero eso no supone que se les deba dar alas si su predisposición es nula, solía decir.

    Comenzó el nuevo curso con ese desasosiego que intentó olvidar, pero cada día que pasaba observaba con cuánta atención seguía las clases aquella mujer. No intervenía, sólo escuchaba poemas y los comentarios que seguían a propósito de su contenido y su forma.

    A mitad de curso la irritación y el temor habían desaparecido y ahora sentía una enorme curiosidad que ningún alumno había despertado nunca en él.

    Una tarde, al salir del aula, aceleró el paso para conseguir alcanzarla, se puso a su lado y saludó con aire de normalidad. Entabló una conversación trivial hasta que fue llevando a la mujer a su terreno.

    “¿Cómo lleva usted el curso? Quizás se le haga pesado, aunque por otra parte sigue asistiendo puntualmente como la más voluntariosa de mis alumnos, no falla nunca. Sabe, a veces me he preguntado si estaré cumpliendo bien mi tarea para cubrir las expectativas que usted traía, en realidad no sé por qué se decidió a venir a este curso sobre poesía...”

    La mujer se paró, le miró algo confusa por la larga pregunta, bajó un poco los ojos y sonriendo contestó con un hilo de voz:

    “Verá, yo no había escuchado ni leído nunca poesía, no tuve oportunidad, pero he descubierto que mi hijo escribe poemas, aunque no me lo ha dicho, y sabe usted, sólo pensé que si aprendía ese lenguaje, podría comprenderle, saber lo que siente y que no sabe cómo explicarme.”
    
    Aquella fue la lección de poesía más hermosa que había recibido en su vida y que él jamás sería capaz de impartir.

Begoña Abad 20/2/20 en su muro de facebook

Begoña Abad, es una poeta contemporánea que reside en España. En este blog la queremos mucho y es por eso que solemos hacer referencia a ella y a su obra.
En este blog encuentran algunos de sus poemas y un video con una lectura de su obra.

domingo, 12 de julio de 2020

Leyendo Poesía


Estos son algunos de mi recorrido del año 2019.






Escogí aquellos  que fueron mis compañeros, los poemas que ofrecí con mayor frecuencia, tanto a niñas y niños, adolescentes y adultos. 

"En sus múltiples y posibles escenas de escritura, la poesía resiste el achatamiento de la percepción, la rutina de ver lo mismo, y propone nuevos enfoques, nuevas versiones de lo real activadas por la carga o la descarga subjetiva de quien escribe"
Alicia Genovese  en Leer poesía. Lo leve, lo grave, lo opaco.




El techo de los árboles
Begoña Abad
Editorial Pregunta


Begoña Abad, es una poeta española que descubrí gracias a amigas cercanas en afecto, y lejanas en kilómetros, principalmente Pepa, que alimenta mi amor por la poesía. Desde que me la presentaron no dejo de seguirla en las redes, en donde comparte sus poemas a diario. Me resultaba difícil conseguir sus libros, por lo que recibirlos a través de manos amorosas que cruzaron el océano, arropándolos, fue motivo de alegría. 

Este poema, explica muy bien por qué para mí es importante la poesía...

Poética

Escribir poemas como luciérnagas.
Llevarlos en el bolsillo
como el azucarillo para el diabético.
Leer poemas para suturar las heridas
de la desesperanza y el miedo.
Poner un poema en la frente,
debajo de la piel, en los ojos,
como una marca de lo que somos
de lo que queremos ser.


Y les dejo otro más, uno que tuvo una gran repercusión en las redes.

Vestir a mi madre

Un día sucede, sin aviso
que te agachas definitivamente
a ras del suelo,
que tocas sus pies y los descalzas,
que comienzas a mirarla desde abajo
sin verle los ojos
comienzas a vestirla y ella se deja
apoyando sus manos en tus hombros.
Y no sucede nada más,
sin embargo tu percibes su derrota,
y comienzas a amarla de otro modo,
vencida tu también, ambas vencidas,
y el tiempo comienza la cuenta atrás.


Lugares donde una no está
(poemas 1996- 2016)
Laura Wittner
Editorial Gog&Magog

Laura Wittner es una poeta y escritora argentina. Tuve el gusto de conocerla el año pasado en la Feria del Libro de BA, donde leyó  algunos. Además de poemas hay textos y traducciones. Es un libro que por su propio peso, se disfruta a lo largo del tiempo.

Salimos del café

Salimos del café,
cayó la lluvia.
Bien fuerte y bien encima.
Desplegué mi paraguas:
alcanzó para dos.
Cruzamos por el medio
sólo por esta vez:
así sujetos.
Venía un auto pero nos dejó pasar.
No es que anduvo más lento, dadivoso:
frenó, frenó del todo.

A eso me refiero.

Receta de la abuela

Dejá primero que se te llenen los oídos
de conversación y elementos metálicos
Volcá sobre esa capa los poemas impresos
y dejá que te llenen la cabeza.
Mientras tanto café, y con viento a favor
suena la alarma y manoteás la lapicera.


Fábula del gran danés

Yo dije por decir: me gustaría
tener un gran danés, porque en la calle
qué regios quedaríamos.
Él a mi lado, un novio principesco,
y yo despreocupada, conversándole.

Y se me respondió: qué estupidez,
qué proyecto imposible.
¿Quién puede mantener un gran danés?
Es grande, caro, tonto, blabalablá.

Alguien que así se expresa, pensé yo,
no te conviene. No sabe interpretar
tus devaneos. Baja el puño
sobre la fantasía salvadora.
Aléjate de él. Y me alejé.


Casi transparente
Clara Arias
Ediciones Modesto Rimba

Este es un libro que conseguí de casualidad, gracias a que Silvina de "Tierra de Libros" me lo recomendó. Un encuentro absolutamente fortuito, derivó en un libro que me acompañó en el verano de 2019. De una editorial para mí, desconocida, de una autora argentina que hace su debut con este libro de poemas. Una poesía mínima, como me gusta, pero poderosa. En donde los poemas sin título se encadenan uno al otro como si estuviéramos conversando, de la vida.

cuando tenía tres años
mi mamá decía
que yo
            era necia
ella lo decía
livianamente
como el agua
que cuando se evapora
se convierte en nube
y se desliza
hasta tapar el sol.


a veces dan ganas de copiarse
de hacerse machetes con la felicidad ajena

felicidades de domingo por la tarde
de pescar mojarritas plateadas
de mate compartido

felicidades repetidas de memoria
salimos a los que no presté atención

felicidad de fotos
en las que jamás salgo.



La materia de este mundo
Sharon Olds
Editorial Gog&Magog
Traducción: Inés Garland e Ignacio Di Tullio

Conocer a Sharon Olds, este año, y valió absolutamente la pena. Cada uno de sus poemas me atravesó completamente. En la contratapa, está la palabra de ella sobre su poesía:

"...Y me interesa la vida de todos los días. No le pido a un poema que lleve un montón de piedras en los bolsillos. Sólo quiero ser una observadora viva que siente y deja que la experiencia la atraviese, pase al cuaderno por la lapicera, a través del brazo, fuera del cuerpo, o la página, sin distorsión."

Escojo este poema que refleja tan bien lo que sentí al ser madre.

Primeras semanas

Esas primeras semanas, no sé si sabía
como amar a nuestra hija. Su cara parecía estrujada,
fruncida de preocupación -- y ni siquiera
desesperanza, sino simplemente depresión, una cara de
tenacidad. La piel del rostro estaba finamente
arrugada, había mechones de pelo en sus orejas,
se parecía un poco a una ardilla, suspicaz,
en trance. Y pequeña, 2700,
marchita ¨--parecía rechazarme
sin moverse. En el primer
momento en que la había visto, sin mis anteojos,
en la sala de partos, un borrón de sangre,
y piel azulada, y extremidades, la había conocido
patas para arriba, y la enderezaron, y entonces
vino ese llanto tenue, casi sexual y su
cuerpo todo se sonrojó.
cuando la volvía ver , estaba envuelta en algodón,
alguien la había limpiado, le había quitado
los restos del interior de mi cuerpo
la había peinado con hileras angostas,
como aradas, aterradoras. Nació diez días antes,
somnolientas, mis pechos tan hinchados que estaban
parejos
con el pezón, apenas su labios
se acercaban, siseaban y rociaban.
En dos días la llevamos a casa, chilló
y gimió, como el sueño de la víctima de un incendio,
y cuando se callaba, estaba acostada ahí espiando, sin demasiada
ansiedad. Yo no la culpaba.
La hija de la hija de mi madre. Me ponía de rodillas
La miraba, y la compadecía.
todo el día la amamantaba, y la paseaba. Y después
un día, me miró, como si
me conociera. Recostada en el hueco de mi brazo, alimentada, y
me miró como si recordara,
como si me hubiera conocido, y yo le gustara, y estuviera
recuperando la memoria. Cuando me sonrió,
un rictus delicado como la llegada de un dolor de parto,
me enamoré, me volví humana.


Estos libros, aunque me llegaron en distintos momentos del año, se encontraron en mí.

José Watanabe
Animal de Invierno & otros 65 poemas sobre la naturaleza y sus criaturas 
Bajo la luna poesía.

Este libro me lo regalaron en Julio para mi cumpleaños mi hija y mi yerno.

Cuando lo muestro en mis redes sociales, desde Perú me escribe Micaela Chirif, (quien fuera su pareja) y a partir de ese momento comenzamos un intercambio en las redes. 

Ese mismo año logramos conocernos en persona  en Buenos Aires (luminoso encuentro). Ella, nos lee poemas de su libro "Sobre la almohada una cabeza", y nos cuenta que nació a partir de la pérdida de quien fuera su pareja. Es más, me regala el libro, que llevo a la escuela, en esa misma semana y leo con mis alumnos. 

El libro de José Watanabe, fue muy bien escogido y fue amor al instante, por esa presencia de la naturaleza, que respira.

Flores

La madreselva se cerró al amanecer
y yo, sin su perfume, seguí creyendo en la poesía.

Es difícil persistir en la poesía, más aún
cuando ella misma nos desorienta:
en la desesperación
yo escribí poemas más sosegados.
¡Casi enloquezco pidiendo calma!

Ahora, después de la noche en blanco
y ningún verso, estoy en paz.
La madreselva, ya lo dije, se cerró al amanecer.

Otras flores habrá a lo largo del día.
Los lirios que pone mi mujer en la sala,
las rosas que dejan caer los cortejos fúnebres,
las flores carnívoras que se cierran tan violentamente
que apenas dejan ver a la abeja que matan.
De estas flores aprenderé, una vez más,
que la poesía que tanto amo solo puede ser
una fugaz y delicada acción del ojo.

Ambos libros conversan entre sí.

Uno habla de la presencia. Otro de la ausencia. 



Este poemario de Micaela Chirif, autora nacida en Perú y ganadora del Premio Hispanoamericano de Poesía en 2019, llegó para quedarse en mí.

.
Sobre mi almohada una cabeza
Micaela Chirif
Editorial Pre-Textos


Micaela, es también autora de libros para las infancias, que cautivan por su humor y su poesía.


a veces me llama por teléfono
un amigo muerto desde hace años
contrariamente a lo que podría pensarse
la conversación es bastante normal:
yo le cuento los chismes de acá
y él me cuenta los de allá
yo miro el día oscurecerse en la ventana
él se corta las uñas con pereza
y así
compartiendo historias
pasamos a veces la tarde entera

cuando llega el momento de colgar
                          y siempre llega
nos da entoncs muchísima tristeza
y nos ponemos a llorar
pero eso sí
            por delicadeza
lo hace cada uno por su cuenta



Laura Devetach
La señora de la calle Cangallo
y
Gustavo Roldán
Bajo el burlón mirar de las estrellas

Estos dos poemarios que están en un solo libro, también pertenecen a una pareja. Gustavo Roldán y Laura Devetach. Autores argentinos que disfruto compartir con mis estudiantes y amigos. 

Calibroscopio, editó un libro en donde se leen los dos. Con ilustraciones de Juan Lima. 

Les comparto algunos que justamente he llevado conmigo.

Pedido

Vamos
muévase
no se amontone sin hacer nada
como una piedra gris
como una piedra bola
fuera de su lugar
no mire con cara de tarjeta repetida
mueva un dedo
mueva aunque sea
la más chica de sus lágrimas

Laura Devetach

Piedra cansada

Piedra cansada
que se niega al camino
abandona la marcha
y allí
olvidada
queda a un costado
mirando pasar noches y días
de un mundo que no entiende
Pobre piedra
que se niega al camino

Gustavo Roldán

En el medio del libro aparecen las Instrucciones:

1. Aquel punto final indica que usted acabó un poemario.
2. Tómese su tiempo, disfrute.
3. Cierre el libro.
4. Inviértalo  comience la lectura de otro poemario. Que es el mismo libro pero diferente.
5. Disfrute.



Dos poemarios que podrían ser para chicas y chicos. Pero que en realidad, disfruté muchísimo de leer, porque no tienen edad.


Las dos naranjas
Edith Vera
Eduvim Editorial


En una edición Facsimilar, Eduvim, rescata al obra de Edith Vera, esta poeta nacida en Villa María ( Córdoba), ya fallecida, y cuya obra conocí curiosamente por un amigo cubano que vive en Miami actualmente (¡gracias, Sergio Andricaín!).

El libro tiene las ilustraciones que hizo la propia Edith, y fue ganador del premio de Poesía , del Fondo Nacional de las Artes, hace más de 40 años atrás.

Mi sombra sólo bebe
agua de río.
Sueña sobre la hierba,
duerme en los nidos.
La he visto de día
trenzar su pelo
con los azules linos
y con el trébol.
Y en las noches de frío
buscar el ala
de una blanca paloma,
que fiel la llama.


Los niños raros
Raúl Vacas
Editorial SM


Este libro me llegó por amigas queridas de España. Mis gallinas, con las que establecemos intercambios literarios, atravesando mares y océanos enteros, y distancias inabarcables.

Raúl Vacas, es un poeta y escritor, nacido en Salamanca, España. Dicta talleres de creación, y he tenido el honor de hacer con él el curso "Una pastelería en Tokio" sobre escritura de haikus. Con el que he aprendido un montón en esos intercambios.

Este libro es realmente sorprendente. Retahílas. Juegos de palabras. Trabalenguas. Limerick. 

Divertido y juguetón, tiene además ternura y poética para conquistar a grandes y chicos. Con las ilustraciones de Tomás Hijo, que acompañan tan perfectamente estos versos.

Niña búho
(versos de cabo roto)

Todas las  noche la ni-
bajo la luz de la lu-
llora triste su fortu-
en medio de la campi-

En lo alto de una ra-
con los ojos bien abier-
y los oidos despier-
sueña con irse a la ca-

y dormir hasta otro dí-
pues el niño de su al-
serio y sin perder la cal-
dijo que no la querí-

Y la niña búho llo-
y ulula a los cuatro vien-
sus amargos sentimien-
cda noche de hora en ho-

Y los grillos y las ra-
y los lobos más peque-
le desean buenos sue-
cantando a coro unas na-

Quisiera seguir contándoles de poesía, pero al menos, espero haber sembrado algún verso, para que corran a buscar alguno de estos libros, y por supuesto, lo compartan.


Hasta la próxima