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miércoles, 29 de marzo de 2023

Mujeres poetas. Parte I



La pila de poesía crece sin que la riegue. Solo por contacto con el aire.

Siempre buscando poesía y poetas..

El 21 de marzo en el día internacional de la poesía, quise escoger algunos libros de mi monumental pila para compartirlos.

Miré cuáles llevo con más asiduidad a los talleres. Cuáles me piden repetir. Y sin querer me nació esta entrada de mujeres poetas.

Mujeres que busco y admiro. En este mes en que recordamos a la mujer trabajadora y el poder femenino, en este mes en que celebramos la poesía, este es una entrada necesaria.

Ruta de colisión. Un libro de Marina Colasanti, autora nacida en Eritrea, y que vive en Brasil. Ruta de colisión. Con traducción de María Teresa Andruetto (otra mujer y poeta). Colección Fénix. Editorial Brujas.

Un poemario bellísimo que habla de la mujer, de las relaciones, de lo humano. En una edición bilingüe, repartida a las escuelas por el plan nacional de lectura.

Allá afuera, la noche

Cuando la familia duerme
inertes las manos en los pliegues de las sábanaslos cuerpos pesados bajo la viva mortaja
la mujer se ejerce.
En la casa quieta 
donde nadie le cobra
nadie le exige
nadie le pide
                    nada
se pasea finalmente reina
en las piezas vacías
se demora en lo oscuro.
Y descalzos los pies
abierta la blusa
puede entregarse
plácida
al silencio.

Si él sólo

Dice la leyenda que el poeta 
Li Po
se ahogó una noche en que 
borracho
quiso atrapar la Luna
sobre el lago.
Es leyenda, se sabe.
Pues la verdad es que 
la Luna
lo habría seguido
a cualquier sitio
sólo con que él la hubiera llamado












La materia de este mundo. Sharon Olds. De la editorial Gog & Magog (hay otro libro también de la autora en esa misma editorial La habitación sin barrer) Con traducción de Inés Garland e Ignacio Di Tullio. Un libro bellísimo que me descubrió a esta autora norteamericana que habla de la maternidad como pocas, que habla de la vida, del amor y de la muerte con apasionamiento. Una intimidad que se desnuda y se transforma en belleza hasta los momentos más terribles.


Mi hijo el hombre

De repente sus hombros se vuelven mucho más anchos
de la misma manera en que Houdini expandía su cuerpo
mientras la gente lo encadenaba. Parece
ayer cuando lo ayudaba a ponerse el pijama,
guiaba sus piernas dentro del oscuro interior;
le subía el cierre lo tiraba por el aire
y atajaba su caída. No puedo imaginar
que ya es un niño, y sé que debo prepararme,
superar mi miedo a los hombres ahora que mi hijo
va a ser uno. Esto no es
lo que tenía en mente cuando presionó a través de mi como un tronco atrapado en el hielo del Hudson,
rompió el cerrojo, deshizo las cadenas,
y apareció en mis brazos. Ahora me mira
de la manera en que Houdini estudiaba una caja
para encontrar la escapatoria, después sonreía y se dejaba esposar.

Primeras semanas


Esas primeras semanas, no sé si sabía
cómo amar a nuestra hija. Su cara parecía estrujada,
fruncida de preocupación —y ni siquiera
desesperanza, sino simplemente depresión, una cara de
tenacidad. La piel del rostro estaba finamente
arrugada, había mechones de pelo en sus orejas,
se parecía un poco a una ardilla, suspicaz,
en trance. Y pequeña, 2,700,
marchita —parecía rechazarme
sin moverse. En el primer
momento en que la había visto, sin mis anteojos,
en la sala de partos, un borrón de sangre,
y piel azulada, y extremidades, la había conocido,
sin moverse. En el primer
momento en que la había visto, sin mis anteojos,
en la sala de partos, un borrón de sangre,
y piel azulada, y extremidades, la había conocido,
patas para arriba, y la enderezaron, y entonces
vino ese llanto tenue, casi sexual y su
cuerpo todo se sonrojó.


....
(fragmento)


Un libro  de Laura Devetach, poeta argentina. Escritora, maestra de escritores, forjadora de recorridos lectores.  Un libro ilustrado por otro poeta , Juan Lima. Un libro al que siempre vuelvo, publicado por la editorial argentina Calibroscopio. Para que sepan de mí.

Pretensión

Quisiera entrar
por el ojo de una aguja
al reino de la gente
donde ninguna edad fuera pecado
ningún sexo demasiado pequeño
ningún ser
un poco menos

El hada que no invitaron. Obra poética reunida 1985-2016. Un poemario que reúne la obra de Estela Figueroa. Poeta argentina que nos dejó hace muy poco, nacida en la provincia de Santa Fe, también, como Laura. Una mujer de las que forjan. Publicado por Editorial Bajo la Luna

Derrumbe

De una casa sólida
pasé a ser un terreno baldío.
Dónde hubo paredes
ahora hay escombros.

No sé cómo pasó.

Los vecinos me arrojan la basura
que el camión de residuos desdeña.
Y los niños me pisan con temor
porque albergo vidrios y latas oxidadas.

 Las novedades son algún gato recién nacido
o un ladrón que se esconde por un rato.

Transeúnte que pasas desprevenido junto a mí:
¡me llueve en los ojos!


PRONTO VA A HACER
tres años de tu muerte
y todavía no la acepto

Quise colgar tu retrato en la pared
y no pude.

Volví a guardarlo.

El clavo quedó allí
sosteniendo tu ausencia.

Un rescate editorial. La obra reunida de Edith Vera. Autora argentina, de Córdoba. Poeta que fue conocida por su obra infantil pero cuya obra reunida es un tesoro para todas las edades. El silbido de vientos lejanos. Poesía Reunida. Publicada por Editorial Caballo Negro, junto a Eduvim.



Estamos 
aquí
acurrucados,
para dejar
espacio
al vuelo
de los pájaros.









La poesía
camina por el pueblo,
trepa a los techos,
entra por la ventana,
golpea a las puertas
buscando un lugar donde hacer su fuego.

Si no fuera así,
poco valdría.

¿Qué decir de este libro?

Este es el primer libro de poesía  publicado por mi maestra Iris Rivera. En la editorial La gran Nilson (otra editorial de mujeres y poetas). 
Iris es una escritora y maestra que lleva años formando a otros y otras. Tiene muchos libros que podrían considerarse para las infancias (aunque desde ya todos podemos disfrutarlos). Pero con este libro siento que nos habla como es ella, con su voz mínima, minuciosa, firme y poderosa, a las mujeres. Desde que me llegó no me suelta.  Lleva en sus primeras páginas la dedicatoria de Iris.

1,
una solita cosa 
estoy deseando
y no me alcanza 
con desear yo sola
desear lo que deseo
sola yo

ese fue un mantra 
que colgué en el aire
y aquel deseo
de los que no se nombran
parecía imposible
y se cumplió.

12. 
me dijiste 
que estaba desbordada


tenés razón

cada vez que tratan de bordarme
me des
            bordo


Roberta Iannamico fue compañera de Iris Rivera en el taller de Laura Devetach . Tres poetas hermanadas, pero cada una con sus tonalidades y acentos. Contemporáneas. Las tres formadoras de generaciones de escritorxs y poetas. Poderosas mujeres que nos regalan sus versos. 

Roberta vive en Villa Ventana, en la Pcia de Buenos Aires. Lo cotidiano y la naturaleza están siempre presentes en su poesía. Este libro reúne Poemas de 1997-2021. Rosa fue publicado por la editorial de poesía Gog&Magog.

Fronda

Hay plantas
que ponen toda su fuerza
en la raíz
otras en dar hojas
o crecer para arriba
yo sería e las que se van en hojas
muy desarrollada a simple vista
pero cualquier vientito y chau.

Las cosas

Siempre con las cosas
la ropa
los platos
los huevos duros
el agua de la canilla
los juguetes tirados
lo caliente
lo frío
lo suave
lo pesado
las cosas que entran 
en una mano
eso es lo que tengo
para armar el mundo.




Wislawa Szymborska. La ganadora del Premio Nobel. La poeta polaca. Está siempre conmigo cuando leo poesía para otros u otras. Con traducción de Gerardo Beltrán y Ariel Murcia. Este libro Poesía no completa, publicado por Fondo de Cultura Económica, es una belleza.




Las tres palabras más extrañas

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertence ya al pasado.

Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.

Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

[AM]

Les dejo por si les interesa la reseña de otro libro (no de poesía, sino de sus columnas) de la misma autora acá


Este libro de Emily Dickinson tiene la particularidad que guarda también un registro en fotos del herbario que ella construyó, con apenas 14 años. El herbario se encuentra a resguardo en la universidad de Harvard y puede ser visitado en forma virtual acá.

Herbario & Antología Botánica de Emily Dickinson, fue publicado por Ya lo dijo Casimiro Parker con traducción de Eva Gallud

79

Otros pies caminan mi jardín,
otros dedos remueven la tierra,
un trovador sobre el olmo
traiciona la soledad.

Otros niños juegan sobre el césped,
otros cansados duermen debajo,
y aún así regresa la pensativa primavera,
¡y aún así la nieve puntual!


1779
Para hacer una pradera es necesario un trébol y una abeja—
un trébol, y una abeja.
Y un ensueño.
Bastará solo con el ensueño,
si abejas hay pocas.




Mary Oliver es una poeta que vivió su vida en contacto con la naturaleza. Esta presencia de soplo vital aparece en su obra. El pájaro rojo. Con versiones de Natalia Leiderman y Patricio Foglia, me permitió conocerla al llegarnos traducida. Una edición de Caleta Olivia Poesía. (que también tiene otro libro de Mary El trabajo del sueño)

En el blog ya hablamos de este libro y de Mary



Les dejo algunas otras entradas de poesía del blog. Pero si buscan, hay al menos una entrada mensual de poesía. Sea de poetas , libros, o actividades en torno a la poesía con las infancias y los jóvenes. Les invito a recorrerlas. Y espero , no dejar pasar tanto tiempo para hacer una parte II:

 Poesía para las infancias    https://patoleyendoelmundo.blogspot.com/2018/09/la-poesia-como-la-primavera-llega-tan.html

Poesía para llevar https://patoleyendoelmundo.blogspot.com/2022/01/poesia-para-llevar-tan-facil-como.html

domingo, 12 de julio de 2020

Leyendo Poesía


Estos son algunos de mi recorrido del año 2019.






Escogí aquellos  que fueron mis compañeros, los poemas que ofrecí con mayor frecuencia, tanto a niñas y niños, adolescentes y adultos. 

"En sus múltiples y posibles escenas de escritura, la poesía resiste el achatamiento de la percepción, la rutina de ver lo mismo, y propone nuevos enfoques, nuevas versiones de lo real activadas por la carga o la descarga subjetiva de quien escribe"
Alicia Genovese  en Leer poesía. Lo leve, lo grave, lo opaco.




El techo de los árboles
Begoña Abad
Editorial Pregunta


Begoña Abad, es una poeta española que descubrí gracias a amigas cercanas en afecto, y lejanas en kilómetros, principalmente Pepa, que alimenta mi amor por la poesía. Desde que me la presentaron no dejo de seguirla en las redes, en donde comparte sus poemas a diario. Me resultaba difícil conseguir sus libros, por lo que recibirlos a través de manos amorosas que cruzaron el océano, arropándolos, fue motivo de alegría. 

Este poema, explica muy bien por qué para mí es importante la poesía...

Poética

Escribir poemas como luciérnagas.
Llevarlos en el bolsillo
como el azucarillo para el diabético.
Leer poemas para suturar las heridas
de la desesperanza y el miedo.
Poner un poema en la frente,
debajo de la piel, en los ojos,
como una marca de lo que somos
de lo que queremos ser.


Y les dejo otro más, uno que tuvo una gran repercusión en las redes.

Vestir a mi madre

Un día sucede, sin aviso
que te agachas definitivamente
a ras del suelo,
que tocas sus pies y los descalzas,
que comienzas a mirarla desde abajo
sin verle los ojos
comienzas a vestirla y ella se deja
apoyando sus manos en tus hombros.
Y no sucede nada más,
sin embargo tu percibes su derrota,
y comienzas a amarla de otro modo,
vencida tu también, ambas vencidas,
y el tiempo comienza la cuenta atrás.


Lugares donde una no está
(poemas 1996- 2016)
Laura Wittner
Editorial Gog&Magog

Laura Wittner es una poeta y escritora argentina. Tuve el gusto de conocerla el año pasado en la Feria del Libro de BA, donde leyó  algunos. Además de poemas hay textos y traducciones. Es un libro que por su propio peso, se disfruta a lo largo del tiempo.

Salimos del café

Salimos del café,
cayó la lluvia.
Bien fuerte y bien encima.
Desplegué mi paraguas:
alcanzó para dos.
Cruzamos por el medio
sólo por esta vez:
así sujetos.
Venía un auto pero nos dejó pasar.
No es que anduvo más lento, dadivoso:
frenó, frenó del todo.

A eso me refiero.

Receta de la abuela

Dejá primero que se te llenen los oídos
de conversación y elementos metálicos
Volcá sobre esa capa los poemas impresos
y dejá que te llenen la cabeza.
Mientras tanto café, y con viento a favor
suena la alarma y manoteás la lapicera.


Fábula del gran danés

Yo dije por decir: me gustaría
tener un gran danés, porque en la calle
qué regios quedaríamos.
Él a mi lado, un novio principesco,
y yo despreocupada, conversándole.

Y se me respondió: qué estupidez,
qué proyecto imposible.
¿Quién puede mantener un gran danés?
Es grande, caro, tonto, blabalablá.

Alguien que así se expresa, pensé yo,
no te conviene. No sabe interpretar
tus devaneos. Baja el puño
sobre la fantasía salvadora.
Aléjate de él. Y me alejé.


Casi transparente
Clara Arias
Ediciones Modesto Rimba

Este es un libro que conseguí de casualidad, gracias a que Silvina de "Tierra de Libros" me lo recomendó. Un encuentro absolutamente fortuito, derivó en un libro que me acompañó en el verano de 2019. De una editorial para mí, desconocida, de una autora argentina que hace su debut con este libro de poemas. Una poesía mínima, como me gusta, pero poderosa. En donde los poemas sin título se encadenan uno al otro como si estuviéramos conversando, de la vida.

cuando tenía tres años
mi mamá decía
que yo
            era necia
ella lo decía
livianamente
como el agua
que cuando se evapora
se convierte en nube
y se desliza
hasta tapar el sol.


a veces dan ganas de copiarse
de hacerse machetes con la felicidad ajena

felicidades de domingo por la tarde
de pescar mojarritas plateadas
de mate compartido

felicidades repetidas de memoria
salimos a los que no presté atención

felicidad de fotos
en las que jamás salgo.



La materia de este mundo
Sharon Olds
Editorial Gog&Magog
Traducción: Inés Garland e Ignacio Di Tullio

Conocer a Sharon Olds, este año, y valió absolutamente la pena. Cada uno de sus poemas me atravesó completamente. En la contratapa, está la palabra de ella sobre su poesía:

"...Y me interesa la vida de todos los días. No le pido a un poema que lleve un montón de piedras en los bolsillos. Sólo quiero ser una observadora viva que siente y deja que la experiencia la atraviese, pase al cuaderno por la lapicera, a través del brazo, fuera del cuerpo, o la página, sin distorsión."

Escojo este poema que refleja tan bien lo que sentí al ser madre.

Primeras semanas

Esas primeras semanas, no sé si sabía
como amar a nuestra hija. Su cara parecía estrujada,
fruncida de preocupación -- y ni siquiera
desesperanza, sino simplemente depresión, una cara de
tenacidad. La piel del rostro estaba finamente
arrugada, había mechones de pelo en sus orejas,
se parecía un poco a una ardilla, suspicaz,
en trance. Y pequeña, 2700,
marchita ¨--parecía rechazarme
sin moverse. En el primer
momento en que la había visto, sin mis anteojos,
en la sala de partos, un borrón de sangre,
y piel azulada, y extremidades, la había conocido
patas para arriba, y la enderezaron, y entonces
vino ese llanto tenue, casi sexual y su
cuerpo todo se sonrojó.
cuando la volvía ver , estaba envuelta en algodón,
alguien la había limpiado, le había quitado
los restos del interior de mi cuerpo
la había peinado con hileras angostas,
como aradas, aterradoras. Nació diez días antes,
somnolientas, mis pechos tan hinchados que estaban
parejos
con el pezón, apenas su labios
se acercaban, siseaban y rociaban.
En dos días la llevamos a casa, chilló
y gimió, como el sueño de la víctima de un incendio,
y cuando se callaba, estaba acostada ahí espiando, sin demasiada
ansiedad. Yo no la culpaba.
La hija de la hija de mi madre. Me ponía de rodillas
La miraba, y la compadecía.
todo el día la amamantaba, y la paseaba. Y después
un día, me miró, como si
me conociera. Recostada en el hueco de mi brazo, alimentada, y
me miró como si recordara,
como si me hubiera conocido, y yo le gustara, y estuviera
recuperando la memoria. Cuando me sonrió,
un rictus delicado como la llegada de un dolor de parto,
me enamoré, me volví humana.


Estos libros, aunque me llegaron en distintos momentos del año, se encontraron en mí.

José Watanabe
Animal de Invierno & otros 65 poemas sobre la naturaleza y sus criaturas 
Bajo la luna poesía.

Este libro me lo regalaron en Julio para mi cumpleaños mi hija y mi yerno.

Cuando lo muestro en mis redes sociales, desde Perú me escribe Micaela Chirif, (quien fuera su pareja) y a partir de ese momento comenzamos un intercambio en las redes. 

Ese mismo año logramos conocernos en persona  en Buenos Aires (luminoso encuentro). Ella, nos lee poemas de su libro "Sobre la almohada una cabeza", y nos cuenta que nació a partir de la pérdida de quien fuera su pareja. Es más, me regala el libro, que llevo a la escuela, en esa misma semana y leo con mis alumnos. 

El libro de José Watanabe, fue muy bien escogido y fue amor al instante, por esa presencia de la naturaleza, que respira.

Flores

La madreselva se cerró al amanecer
y yo, sin su perfume, seguí creyendo en la poesía.

Es difícil persistir en la poesía, más aún
cuando ella misma nos desorienta:
en la desesperación
yo escribí poemas más sosegados.
¡Casi enloquezco pidiendo calma!

Ahora, después de la noche en blanco
y ningún verso, estoy en paz.
La madreselva, ya lo dije, se cerró al amanecer.

Otras flores habrá a lo largo del día.
Los lirios que pone mi mujer en la sala,
las rosas que dejan caer los cortejos fúnebres,
las flores carnívoras que se cierran tan violentamente
que apenas dejan ver a la abeja que matan.
De estas flores aprenderé, una vez más,
que la poesía que tanto amo solo puede ser
una fugaz y delicada acción del ojo.

Ambos libros conversan entre sí.

Uno habla de la presencia. Otro de la ausencia. 



Este poemario de Micaela Chirif, autora nacida en Perú y ganadora del Premio Hispanoamericano de Poesía en 2019, llegó para quedarse en mí.

.
Sobre mi almohada una cabeza
Micaela Chirif
Editorial Pre-Textos


Micaela, es también autora de libros para las infancias, que cautivan por su humor y su poesía.


a veces me llama por teléfono
un amigo muerto desde hace años
contrariamente a lo que podría pensarse
la conversación es bastante normal:
yo le cuento los chismes de acá
y él me cuenta los de allá
yo miro el día oscurecerse en la ventana
él se corta las uñas con pereza
y así
compartiendo historias
pasamos a veces la tarde entera

cuando llega el momento de colgar
                          y siempre llega
nos da entoncs muchísima tristeza
y nos ponemos a llorar
pero eso sí
            por delicadeza
lo hace cada uno por su cuenta



Laura Devetach
La señora de la calle Cangallo
y
Gustavo Roldán
Bajo el burlón mirar de las estrellas

Estos dos poemarios que están en un solo libro, también pertenecen a una pareja. Gustavo Roldán y Laura Devetach. Autores argentinos que disfruto compartir con mis estudiantes y amigos. 

Calibroscopio, editó un libro en donde se leen los dos. Con ilustraciones de Juan Lima. 

Les comparto algunos que justamente he llevado conmigo.

Pedido

Vamos
muévase
no se amontone sin hacer nada
como una piedra gris
como una piedra bola
fuera de su lugar
no mire con cara de tarjeta repetida
mueva un dedo
mueva aunque sea
la más chica de sus lágrimas

Laura Devetach

Piedra cansada

Piedra cansada
que se niega al camino
abandona la marcha
y allí
olvidada
queda a un costado
mirando pasar noches y días
de un mundo que no entiende
Pobre piedra
que se niega al camino

Gustavo Roldán

En el medio del libro aparecen las Instrucciones:

1. Aquel punto final indica que usted acabó un poemario.
2. Tómese su tiempo, disfrute.
3. Cierre el libro.
4. Inviértalo  comience la lectura de otro poemario. Que es el mismo libro pero diferente.
5. Disfrute.



Dos poemarios que podrían ser para chicas y chicos. Pero que en realidad, disfruté muchísimo de leer, porque no tienen edad.


Las dos naranjas
Edith Vera
Eduvim Editorial


En una edición Facsimilar, Eduvim, rescata al obra de Edith Vera, esta poeta nacida en Villa María ( Córdoba), ya fallecida, y cuya obra conocí curiosamente por un amigo cubano que vive en Miami actualmente (¡gracias, Sergio Andricaín!).

El libro tiene las ilustraciones que hizo la propia Edith, y fue ganador del premio de Poesía , del Fondo Nacional de las Artes, hace más de 40 años atrás.

Mi sombra sólo bebe
agua de río.
Sueña sobre la hierba,
duerme en los nidos.
La he visto de día
trenzar su pelo
con los azules linos
y con el trébol.
Y en las noches de frío
buscar el ala
de una blanca paloma,
que fiel la llama.


Los niños raros
Raúl Vacas
Editorial SM


Este libro me llegó por amigas queridas de España. Mis gallinas, con las que establecemos intercambios literarios, atravesando mares y océanos enteros, y distancias inabarcables.

Raúl Vacas, es un poeta y escritor, nacido en Salamanca, España. Dicta talleres de creación, y he tenido el honor de hacer con él el curso "Una pastelería en Tokio" sobre escritura de haikus. Con el que he aprendido un montón en esos intercambios.

Este libro es realmente sorprendente. Retahílas. Juegos de palabras. Trabalenguas. Limerick. 

Divertido y juguetón, tiene además ternura y poética para conquistar a grandes y chicos. Con las ilustraciones de Tomás Hijo, que acompañan tan perfectamente estos versos.

Niña búho
(versos de cabo roto)

Todas las  noche la ni-
bajo la luz de la lu-
llora triste su fortu-
en medio de la campi-

En lo alto de una ra-
con los ojos bien abier-
y los oidos despier-
sueña con irse a la ca-

y dormir hasta otro dí-
pues el niño de su al-
serio y sin perder la cal-
dijo que no la querí-

Y la niña búho llo-
y ulula a los cuatro vien-
sus amargos sentimien-
cda noche de hora en ho-

Y los grillos y las ra-
y los lobos más peque-
le desean buenos sue-
cantando a coro unas na-

Quisiera seguir contándoles de poesía, pero al menos, espero haber sembrado algún verso, para que corran a buscar alguno de estos libros, y por supuesto, lo compartan.


Hasta la próxima