Cada año escojo los libros favoritos del listado de libros que recorrí en el año. Vuelvo a las páginas que me dieron sombra y cobijo. Es el momento de la cosecha.
Ilustración, un trabajo de Malena Vacarel.
Es también un reconocimiento a aquellos libros que fueron compañía. A aquellos autores y autoras que ya serán parte de mi árbol genealógico como lectora.
(Bienvenida este año Joan Didion, Guadalupe Nettel, María Gainza, Kaneko Misuzu, bienvenido Mia Couto que al principio pensé que era ella)
El año pasado la entrada fue publicada también un 5 de enero y pueden leerla acá
Este año me encontraron 134 libros.
(Así lo pienso, los libros nos encuentran, a veces parece que salimos a buscarlos pero seguramente alguien nos señaló ese lugar. Otras veces se nos cruzan y solo queda tender la mano)
En realidad, muchos más, pero solo voy a hablar de aquellos con los que caminé sus páginas hasta llegar a la última.
Los números son desafío propio. No una competencia. Como mediadora intento que cada uno/una desafíe sus limites, explore nuevos territorios. En mi caso no solo leí más sino que siento que leí mejor.
Este fue el primer año que tuve una bitácora de lecturas, o un reading journal, que me construí a mi antojo. Fue entonces el primer año que llegué a Diciembre con todo anotado y con muchas páginas escritas sobre los libros leídos.
(Bueno, no sé si eran muchas, y debo reconocer que en Diciembre las anotaciones fueron escasas pero prometo terminarlas).
Leer y escribir van de la mano. Una lee y subraya, lee y hace anotaciones en los márgenes, lee y toma notas, y a veces también al leer y desea escribir.
(Cuántas veces este año después de leer un libro me dije quiero escribir algo así, por ejemplo desearía escribir la poesía de Kaneko Misuzu pero sin esa vida tan terrible).
Este año fue el primero en que leí muchísimo en digital. Sigo utilizando Bookmate y ahora le sumé mi e-reader.
(Bookmate es un streaming de libros que me permite leer cosas que no llegan a Argentina, con una cuota anual te bajás una aplicación y leés en tu dispositivo de preferencia. Leer en el e-reader me llevó como un año de aprendizaje y acostumbramiento)
Escogí leer en digital, primero por practicidad y luego porque a veces prefiero leerlos antes de comprarlos (y los libros no solo valen sino que cuestan). En bookmate hay muchos autores que me enamoraron y deseo tener. También hay algunos libros que no se consiguen y otros que si los tengo pero no sabría dónde.
(Estuve buscando el diario de Ana Frank para un curso que hice al menos un mes, al final no lo encontré y lo escuché en un audiolibro).
Este año hice menos reseñas en mi IG y con otro formato, también utilicé más este blog como repositorio. (muchos de los libros los mostré solo en stories de IG y siguen ahí, por si desean buscarlos)
Si tengo que explicar (¿hay que explicar?) por qué leí mucho puedo ser que estas palabras que encontré ayer, me expliquen:
Para mi los libros son un hogar Los libros no hacen un hogar, lo son, en el sentido en que así como los abres del mismo modo en que abres una puerta entras adentro. En el interior, descubres un tiempo y un espacio diferentes. También se desprende calor de ahí, como una chimenea. Me siento con un libro y ya no tengo frío. Lo siento en las noches heladas que pasé en la intemperie.
Lo dice Janet Winterson , quien es citada por Michèle Petit en Leer el mundo. Experiencias actuales de trasmisión cultural. Colección Espacios para la lectura en Fondo de Cultura Económica.
El otro motivo es que soy mediadora de lectura . Para acercar libros tengo que conocer libros. Creo en esto:
Si uno de mis hogares predilectos, es la lectura, quiero que las personas que a él se acerquen sepan que, si así lo desean, esta también es su casa.
(Antonio Basanta, Leer contra la nada, Ed Siruela)
Me encanta leer ensayos teóricos (más sobre los libros y lectura, o sobre educación) y también libros para compartir con infancias y adolescencias (literatura infantil y juvenil, este año más infantil que juvenil debo decir).
Leo poesía y la comparto para escoger esa desviación que me permite conectar con la sensibilidad y belleza.
No leí tanto teatro y novela gráfica (otra vez) como me propuse. No logro terminar libros de literatura científica.
(Arranqué como 10, ¿soy yo o es que cómo están escritos me aburre?. Extraño a Oliver Sacks, Hope Jansen, o Stephano Mancuso).
Releí mucho (creo que eso me hace una lectora más madura, antes solo leía, ahora me doy el permiso de releer). Tuve que hacerlo por ejemplo para el club de lectura "Una oreja verde" (personas adultas leyendo LIJ) que coordiné este año. (mi amada Christine Nöstlinger, mi queridísima Ema Wolf, y así...)
Abrieron mi cabeza y ampliaron mis estantes, dos clubes de lectura virtuales de los que participé "Mamás lectoras" de Colombia coordinado por Mariana (y que espero regrese este año) y "Brujas Bucaneras" un proyecto de promoción de la lectura que ya va por su 5to año y que hace dos tiene el Club de lectura "Brujas Bucaneras". Ya les comenté algo el año pasado, cada bruja/brujo, lee lo que quiere y lo compartimos por meet en un encuentro virtual. En el afán de desafiarnos cada mes hay consignas amplias que podemos seguir. Ambos son abiertos y gratuitos.
Cada tanto participé de otros clubes de lectura. (espacios de encuentro que se hicieron más frecuentes, pareciera que cada vez más buscamos leer con otrxs).
Les recomiendo algunos de los que participé este año:
- Pila de libros además de ser una plataforma de intercambio tiene su club de lectura y también una comunidad lectora que agradezco y que armó amorosamente Nacho Damiano.
Leamos un libro es una ONG que inició Daniela Rosito y que se encarga de promover la lectura y organiza clubes de lectura temáticos gratuitos.
El otro libro es un club de lectura latinoamericano también gratuito que organiza gente de Uruguay, que conocí este año.
Por qué leer es también un proyecto de promoción lectora y una multiplataforma con audiolibros, un canal de youtube y una cuenta en IG desde la que Ceci Bona coordina talleres, clubes de lecturas y entrevistas.
Escogí 12 libros, en vez de 10 porque ¡eran muchos!. Entiendo que seleccionar es una manera de jerarquizar (esto me lo robé de mi amigo Roberto Sotelo), así que lo comparto por si a alguien le sirve o lo inspira.
En toda lectura hay algo de momento y de necesidad. Si escogí un libro es porque sus palabras se me han "pegado" en el paladar y deseo volver a saborearlas, o porque ha sido un descubrimiento, una sorpresa, o quizás porque no puedo dejar de lado las imágenes que su lectura han grabado en mí.
(Una sorpresa de este año fue enterarme que no todas las personas nos imaginamos espacios y lugares en la lectura. En "Somos animales poéticos" Petit dice que no es así en su caso)
Agrego al final los que quedaron afuera, los finalistas, quizás les sirvan también para armar sus propias listas de lectura para el verano.
La glándula de Ícaro. Anna Starobinets. Impedimenta.
Recorre los campos azules. Claire Keegan. Eterna Cadencia.
(Muy diferentes entre sí. Lucia Berlin es una monstrua, a Claire ya la había leído y siento que cuenta el paisaje y las historias al mismo tiempo. Anna fue un descubrimiento del año pasado. Sus cuentos de Ciencia Ficción te dejan pensando)
Somos animales poéticos. Michéle Petit. Océano Travesía.
Como era ser pequeño explicado a los grandes. Luis Pescetti. Siglo Veintiuno Editores.
Leer contra la nada. Antonio Basanta. Siruela.
(Leer, no leer, la poesía, la educación, la cultura)
Pippi Calzaslargas. Obra Completa. Astrid Lindgreen. Blackie Book. (Entendí por qué es un personaje clásico y me enamoré de Pippi para toda la vida, quiero ser ella cuando sea grande)
La pesadora de perlas. Circe Maia. Viento de Fondo.
El alma de las flores. Kaneko Misuzu. Satori libros.
(dos poetas muy distintas, que ven lo cotidiano y lo pequeño)
Algunas cosas que aprendí este año y les comparto. Mi decálogo de aprendizaje como lectora:
1. No todos los libros que recomiendan son para mí y no es posible leer todo. Entonces debo escoger. Descubrí qué manos me acercan lecturas que no debo despreciar, y me dejo guiar.
2. Leer no es necesariamente una actividad lineal, ni la lectura avanza por igual en todos los textos. Puedo leer ensayos salteados, o poemas, escoger capítulos porque el título me interesa, decidir por dónde o cómo. Y aún así estoy leyendo. Aunque nunca termine el libro, lo leí.
3. Leer poesía es para mí tan necesario como respirar. De hecho es un respiro. Cuando me falta aire busco un poema.
4. No toda lectura es placentera. Puede que leer sea una actividad dolorosa. La vida es dolorosa, cuando leo otras vidas la mía ya no lo parece tanto.
5. Si me aburre, me cuesta, si me empantano lo dejo. ¿Vuelvo?. Quizás (la vida es demasiado corta, para lecturas interminables).
6. Leer es escuchar. Leer es mirar imágenes. Leer es un verbo de horizontes amplios.
7. A veces vale más seguir la pista de una autora, como una enamorada tras su amante. A veces no.
8. Releer no es leer de nuevo el mismo libro.
9. Hay que leer en los márgenes. Hay que caminar los senderos inexplorados. Hay que tener amigas de otros países que te recomienden lecturas.
10. Hay que anotar los libros que tenés y que compraste porque no entran más libros duplicados en los estantes.
Gracias a quienes me acompañaron leyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario