La formación como mediadora de lectura me ha llevado los últimos 12 a 14 años de mi vida. Aunque seguramente algunas cosas vengan de mucho tiempo atrás. Pero desde el primer libro que leí cuando cursaba la Especialización en Lectura, Escritura y Educación en FLACSO no paré de buscar lecturas.
Las coloco en el orden aproximado en el que se me fueron apareciendo. No están todas pero si algunas de las más marcadas, o las que más me marcaron. Como ven la pila es mucho más grande pero decidí que no iba a poder poner todas en una entrada. Esto es un comienzo.
Comparto con ustedes este recorrido o como les decían, esta escalera de libros por la que fui ascendiendo.
Mi primer libro me llegó como lectura obligatoria. No me pidieron leer más que un capítulo pero me entusiasmé lo conseguí y lo leí y subrayé muchas veces. Conocer a Petit fue amor.
A partir de la revolución que significó conocer a estas dos mujeres, entendió que existía un trabajo que quería hacer. Acercar lecturas a diversos lectores. Con esta misión comenzó a trabajar en una Biblioteca Popular en mi barrio. Y ahí fue que me encontré con dos libros uno lo pueden leer acá, y otro es Aproximación a la narrativa ya la poesía para niños. Los pasos descalzos. De María Cristina Ramos (poeta, escritora, editora, de nuestra Patagonia Argentina. publicado en Lugar Editorial). Ese libro fue el primero que leí y reseñé para el boletín de la biblio. Y del que guardé frases como esta:
Habrá que hacerse lector pero alguien con más horas de navegación tendrá que acompañarte desde la orilla. Alguien tendrá que acercar el libro, en lo posible con las mismas manos de la caricia. Alguien que sepa señalar un rumbo sin atarte a él, mostrarte un horizonte para que busques otros.
Esto fue un norte, y el inicio en la mediación orientada por la poesía marcó un rumbo.
Comencé a trabajar intensamente, en escuelas, con niñas y niños, y es por eso que busqué libros de mediación. Apareció el libro de Beatriz Helena Robledo (no recuerdo cómo) y me dio algunas ideas de todo lo que se podía hacer. El arte de la mediación. Espacios y estrategias de promoción lectora. Publicado por Norma, en la colección Catalejos que también fue otra de mis favoritas. También necesité del libro de Sergio Andricaín (también creo que ya lo había conocido en persona para ese entonces) y Antonio Orlando Rodríguez. Escuela y poesía ¿y qué hago con el poema? Había descubierto que la poesía era la gran olvidada en las escuelas y ese libro aparte de herramientas, me dio una selección de poemas que me permitió seguir explorando.
Cuando comencé a realizar talleres de lectura, me habían recomendado Dime , sin embargo es un libro que leí mucho más tarde. Reconozco que Aidan Chambers no me resultó sorprendente sino muy alineado con lo que yo creía, igualmente es un libro que no termina de leer, creo que aún puedo sacar más jugo, aunque está subrayado y muy ojeado.
En este camino que compartí con otros y otros, Laura Devetach siempre estuvo presente. Desde su poesía y desde sus palabras. Cuando llegué a este libro hubo mucho que cobró sentido para mí. Mi relación con la poesía, la biblioteca interna que había creado, y que conservaba y compartía. Mi propia textoteca cobró valor, y así la de todas y todos con quienes he compartido este camino:
Textotecas internas que se movilizan y afloran cuando se relacionan entre sí. A la manera de las retahílas infantiles podemos decir que en cada persona hay muchos textos, que la unión de los textos de muchas personas arman los textos de una familia, de una región, de un país.









