“Un libro es un amigo que en lugar de ojos, tiene hojas”
Es un enorme placer para mí continuar esta serie de entrevistas con las palabras de mi querida Olga Drennen, una persona amorosa, que aparte de invitar a leer, cualquiera quisiera invitar a jugar.
Esta pequeña biografía que encontré en la página de Quipu, me pareció una justa manera de presentarla.
“Desde chica me gustó leer. Según parece, fui un poco “traga”. Me encantaba los libros y jugar a que era la novia de Sandokan. Admiraba a Jo, la de Mujercitas, porque se convertía en escritora.
Pero no quería ser escritora porque me costaba escribir. No digo libros, digo palabras como “oso”, por ejemplo. Pero bueno, como nadie nace sabiendo, un día aprendí y aquí me tienen, de escritora; y hasta gané algunos premios.
Escribo poesías, cuentos y novelas. Algunos de mis libros son Sombras y temblores, Merlina y el dragón, Pasen y vean, ¡Abajo los miedos! y Ardió Troya, entre otros. También traduje historias encantadoras como El mago de Oz, y algunos de terror como Donde viven los fantasmas.
Soy mamá y también abuela de una nena bastante traviesa que no deja de hojear libros conmigo. Me encanta tenerla de compañera para divertirnos con las palabras y con las historias. Ya ven, en mi vida, eso no cambió.”
Olga, como podemos observar en esta presentación, es una persona que no se toma demasiado en serio. Una abuela juguetona y divertida que disfruta pasar tiempo con su nieta. Y también, una escritora que lleva kilómetros de literatura recorridos desde sus inicios, y aún así, siempre parece dispuesta a seguir aprendiendo. Edita, traduce, escribe, continúa en movimiento recorriendo escuelas y charlando con los chicos.
Este año cuando nos encontramos en la Feria del Libro de Buenos Aires, le saqué una foto con el arrugado papel en donde había hecho un listado de los stand que le tocaba recorrer ese día en una maratónica jornada. Mientras charlábamos, se iba formando una fila de maestras, bibliotecarios, niñas y niños, con sus padres, escritores que querían saludarla. Ella ha sabido ganarse el afecto de muchos y es bien sabido que no es un regalo sino una devolución a su amoroso trabajo.
Me he cruzado con sus textos en muy diferentes circunstancias, pero quiero mencionar especialmente estas tres.
El año pasado, al hacer el Taller de Poesía con los alumnos de 6to en una escuela primaria, les pedí que buscaran con sus padres una poesía que recordaran, o que hubieran leído, para compartir en el taller de la semana siguiente. Entre tantas rimas y rondas populares, junto con Benedetti, Serrat o María Elena Walsh, uno de los chicos trajo esta poesía de Olga…
La trapecista
Sube al
trapecio volante.
Su cuerpo empieza a planear.
Hace rin para delante
hace ran al balancear.
Arriba, en el aire, hace
rin y ran, su corazón.
De la cúspide a la base,
Rin y ran toda emoción.
Aserrín sobre la pista
Aserrín bajo los pies,
Sueña que es equilibrista
y sueña que no lo es.
Hace rin cuando se eleva.
Hace ran al columpiar.
Y es paloma que se lleva
su alegría al palomar.
(del libro Pasen y Vean de Ediciones Abran Cancha)
En otro momento del año, me tocó buscar historias de terror para trabajar el género con los alumnos de último año, en otra escuela. Una amiga me regaló sus libros de la infancia, y entre ellos me encontré con la historia de “Wunderding”. Me sorprendió gratamente, aún cuando a mí el género no me resulta afín. Este cuento, atrapa, sorprende y se disfruta en varias capas, con sus referencias a la Alicia de Lewis Carrol. El final, (con moño), no tiene desperdicio. La mía era la edición que salió con el suplemento Página 12, en la Colección "Serie Negra" (con sugerentes dibujos de Alejandra Taubin) pero ahora Quipu sacó una edición nueva con varios cuentos agregados...
Les recomiendo que para saber un poco más de este texto, lean la entrevista que le realizó Mario Méndez el año pasado en la La Nube. Imperdible la historia tras esta historia.
http://bibliotecasparaarmar.blogspot.com.ar/2014/11/olga-drennen-si-no-se-adonde-voy-no.html
Por último, también el año pasado, fui testigo del amor apasionado que despertó en los niños de segundo grado, el encuentro con su libro "Merlina y el dragón". Con hermosas ilustraciones de Viviana Brass, también de Quipu, la mágica historia del encuentro de Merlina con el dragón, encanta a los niños que se resisten a dejarlo ir...
Agradecida a los que cada semana se animan a asomarse a este espacio, y a los amigos que me ayudan, con sus consejos, a seguir aprendiendo.
Hasta la semana próxima...
¡Gracias Olga por participar!
Nacer a la lectura y más...
¿Qué recuerdos tienes de tu inicio lector? ¿Qué libro, relato, historia de la infancia recuerdas especialmente?
Tengo el mejor y más apasionante de los recuerdos, aunque parezca de humor negro. Me veo enferma de asma, en la cama, con papá a mi lado, leyéndome cuentos. Ay, tantos, tantos, pero hay uno que me quedó y todavía no sé si mi papá me lo contaba tal cual era o si lo "adecuaba" a sus expectativas pedagógicas. Era terrible, terrible y se llamaba Pan Caro, creo que era de Roberto Ledesma y está en su libro Juan sin ruido, pero no estoy segura, tengo la sensación de que mi papá tomó el título y lo usó según se le ocurrió. Es una deuda que tengo conmigo misma. Comprar ese libro y ver si es cuento es realmente "ese cuento".
¿Quién o quienes te acercaron los primeros libros, o las primeras historias en tu niñez? ¿Cómo llegaste a ellas?
Ya contesté esa pregunta: mi papá. Mi papá fue el mago de mis vuelos. Mi mamá, la maestra de mis andanzas en la tierra firme.
¿En qué lugar de tu infancia te recuerdas leyendo? Si tuvieras que describirme una imagen tuya en tus inicios lectores ¿cuál sería?
Empecé a leer por oferta excesiva de libros antes de ir a la escuela. El lugar era toda mi casa, las de mis tías, la escuela, después los medios de transporte, las confiterías, en época escolar, en vacaciones, etc. Te cuento algo, ya después de la época escolar. Uno de los dos temas de mi marido y mío es: Fuiste mía un verano de Favio porque tiene una parte que dice "...cada piba que pase con un libro en la mano...", jajaja, juro que es cierto.
Hoy en día ¿en qué lugar te gusta leer? ¿Tienes algún hábito o costumbre que te caracterice al momento de comenzar a leer, o al escoger un libro?
No cambié mucho, si un libro me atrapa, leo en cualquier parte y a cualquier hora, soy capaz de no dormir y hasta de no comer por leer. En mi época de estudiante estaba un poco más limitada, así que corría a hacer lo que debía y después, tomaba una barrita de chocolate, la comía a la manera de un chupetín y me tiraba a la cama a leer con furia.
Si tuvieras que elegir una palabra (pueden ser dos, o más) para describir lo que significa un libro para vos ¿cuál o cuáles serían?
Un libro es un amigo que en lugar de ojos, tiene hojas.
Si tuvieras que decir lo que significa para vos la lectura en pocas palabras, ¿cuáles serían?
Serían "juego", "placer" y "libertad". Con estos términos abarco las etapas de mi vida, tan vinculada con la lectura y la escritura.
¿Qué estás leyendo en el momento en que te ha llegado esta entrevista? O ¿qué estás buscando leer?
Estoy leyendo "Territorio de penumbras" de Cristina Bajo, que editó Sudamericana.
Aclaro
que mi tarea como editora, a veces, como asesora literaria, otras, me obliga a
leer muchos libros de literatura infantil y juvenil y, a veces, tanta lectura
obligada sumada a lo que escribo, le roba tiempo a la otra lectura y me
obliga a postergar la dirigida a adultos.