sábado, 29 de agosto de 2015

Nacer a la lectura y más...Olga Drennen




“Un libro es un amigo que en lugar de ojos, tiene hojas”



Es un enorme placer para mí continuar esta serie de entrevistas con las palabras de mi querida Olga Drennen, una persona amorosa, que aparte de invitar a leer, cualquiera quisiera invitar a jugar. 

Esta pequeña biografía que encontré en la página de Quipu, me pareció una justa manera de presentarla. 

“Desde chica me gustó leer. Según parece, fui un poco “traga”. Me encantaba los libros y jugar a que era la novia de Sandokan. Admiraba a Jo, la de Mujercitas, porque se convertía en escritora.  
Pero no quería ser escritora porque me costaba escribir. No digo libros, digo palabras como “oso”, por ejemplo. Pero bueno, como nadie nace sabiendo, un día aprendí y aquí me tienen, de escritora; y hasta gané algunos premios.
Escribo poesías, cuentos y novelas. Algunos de mis libros son Sombras y temblores, Merlina y el dragón, Pasen y vean, ¡Abajo los miedos! y Ardió Troya, entre otros. También traduje historias encantadoras como El mago de Oz, y algunos de terror como Donde viven los fantasmas.
Soy mamá y también abuela de una nena bastante traviesa que no deja de hojear libros conmigo. Me encanta tenerla de compañera para divertirnos con las palabras y con las historias. Ya ven, en mi vida, eso no cambió.”

Olga, como podemos observar en esta presentación, es una persona que no se toma demasiado en serio. Una abuela juguetona y divertida que disfruta pasar tiempo con su nieta. Y también, una escritora que lleva kilómetros de literatura recorridos desde sus inicios, y aún así, siempre parece dispuesta a seguir aprendiendo. Edita, traduce, escribe, continúa en movimiento recorriendo escuelas y charlando con los chicos. 

Este año cuando nos encontramos en la Feria del Libro de Buenos Aires, le saqué una foto con el arrugado papel en donde había hecho un listado de los stand que le tocaba recorrer ese día en una maratónica jornada. Mientras charlábamos, se iba formando una fila de maestras, bibliotecarios, niñas y niños, con sus padres,  escritores que querían saludarla. Ella ha sabido ganarse el afecto de muchos y es bien sabido que no es un regalo sino una devolución a su amoroso trabajo.




Me he cruzado con sus textos en muy diferentes circunstancias, pero quiero mencionar especialmente estas tres.

El año pasado, al hacer el Taller de Poesía con los alumnos de 6to en una escuela primaria, les pedí que buscaran con sus padres una poesía que recordaran, o que hubieran leído, para compartir en el taller de la semana siguiente. Entre tantas rimas y rondas populares, junto con Benedetti, Serrat o María Elena Walsh, uno de los chicos trajo esta poesía de Olga…


La trapecista



Sube al trapecio volante.

Su cuerpo empieza a planear.
Hace rin para delante
hace ran al balancear.
Arriba, en el aire, hace
rin y ran, su corazón.
De la cúspide a la base,
Rin y ran toda emoción.
Aserrín sobre la pista
Aserrín bajo los pies,
Sueña que es equilibrista
y sueña que no lo es.
Hace rin cuando se eleva.
Hace ran al columpiar.
Y es paloma que se lleva
su alegría al palomar.


(del libro Pasen y Vean de Ediciones Abran Cancha)




En otro momento del año, me tocó buscar historias de terror para trabajar el género con los alumnos de último año, en otra escuela. Una amiga me regaló sus libros de la infancia, y entre ellos me encontré con la historia de “Wunderding”. Me sorprendió gratamente, aún cuando a mí el género no me resulta afín. Este cuento, atrapa, sorprende y se disfruta en varias capas, con sus referencias a la Alicia de Lewis Carrol. El final, (con moño), no tiene desperdicio. La mía era la edición que salió con el suplemento Página 12, en la Colección "Serie Negra" (con sugerentes dibujos de Alejandra Taubin) pero ahora Quipu sacó una edición nueva con varios cuentos agregados...


 

Les recomiendo que para saber un poco más de este texto, lean  la entrevista que le realizó Mario Méndez el año pasado en la La Nube. Imperdible la historia tras esta historia.  

http://bibliotecasparaarmar.blogspot.com.ar/2014/11/olga-drennen-si-no-se-adonde-voy-no.html

Por último, también el año pasado, fui testigo del amor apasionado que despertó en los niños de segundo grado, el encuentro con su libro "Merlina y el dragón". Con hermosas ilustraciones de Viviana Brass, también de Quipu, la mágica historia del encuentro de Merlina con el dragón, encanta a los niños que se resisten a dejarlo ir...





Agradecida a los que cada semana se animan a asomarse a este espacio, y a los amigos que me ayudan, con sus consejos, a seguir aprendiendo.

Hasta la semana próxima...
  
¡Gracias Olga por participar!

Nacer a la lectura y más...


¿Qué recuerdos tienes de tu inicio lector? ¿Qué libro, relato, historia de la infancia recuerdas especialmente?

Tengo el mejor y más apasionante de los recuerdos, aunque parezca de humor negro. Me veo enferma de asma, en la cama, con papá a mi lado, leyéndome cuentos. Ay, tantos, tantos, pero hay uno que me quedó y todavía no sé si mi papá me lo contaba tal cual era o si lo "adecuaba" a sus expectativas pedagógicas. Era terrible, terrible y se llamaba Pan Caro, creo que era de Roberto Ledesma y está en su libro Juan sin ruido, pero no estoy segura, tengo la sensación de que mi papá tomó el título y lo usó según se le ocurrió. Es una deuda que tengo conmigo misma. Comprar ese libro y ver si es cuento es realmente "ese cuento".

 ¿Quién o quienes te acercaron los primeros libros, o las primeras historias en tu niñez? ¿Cómo llegaste a ellas?

Ya contesté esa pregunta: mi papá. Mi papá fue el mago de mis vuelos. Mi mamá, la maestra de mis andanzas en la tierra firme.


 ¿En qué lugar de tu infancia te recuerdas leyendo? Si tuvieras que describirme una imagen tuya en tus inicios lectores ¿cuál sería?

Empecé a leer por oferta excesiva de libros antes de ir a la escuela. El lugar era toda mi casa, las de mis tías, la escuela, después los medios de transporte, las confiterías, en época escolar, en vacaciones, etc. Te cuento algo, ya después de la época escolar. Uno de los dos temas de mi marido y mío es: Fuiste mía un verano de Favio porque tiene una parte que dice "...cada piba que pase con un libro en la mano...", jajaja, juro que es cierto.

Hoy en día ¿en qué lugar te gusta leer? ¿Tienes algún hábito o costumbre que te caracterice al momento de comenzar a leer, o al escoger un libro?

No cambié mucho, si un libro me atrapa, leo en cualquier parte y a cualquier hora, soy capaz de no dormir y hasta de no comer por leer. En mi época de estudiante estaba un poco más limitada, así que corría a hacer lo que debía y después, tomaba una barrita de chocolate, la comía a la manera de un chupetín y me tiraba a la cama a leer con furia.

Si tuvieras que elegir una palabra (pueden ser dos, o más) para describir lo que significa un libro para vos ¿cuál o cuáles serían?

Un libro es un amigo que en lugar de ojos, tiene hojas.
 
 Si tuvieras que decir lo que significa para vos la lectura en pocas palabras, ¿cuáles serían?

Serían "juego", "placer" y "libertad". Con estos términos abarco las etapas de mi vida, tan vinculada con la lectura y la escritura.

 ¿Qué estás leyendo en el momento en que te ha llegado esta entrevista? O ¿qué estás buscando leer?

Estoy leyendo "Territorio de penumbras" de Cristina Bajo, que editó Sudamericana.




Aclaro que mi tarea como editora, a veces, como asesora literaria, otras, me obliga a leer muchos libros de literatura infantil y juvenil y, a veces, tanta lectura obligada sumada a lo que escribo, le roba tiempo a la otra lectura y me obliga a postergar la dirigida a adultos.

sábado, 22 de agosto de 2015

Nacer a la lectura y más...Silvia Portorrico



"Un libro  es como una extensión de mi cuerpo, parte inherente a mi persona."




No nos conocemos en persona pero realmente siento como si ...

Silvia es una de las posibilidades que me ha brindado el facebook de abrir mi pequeño universo a gente que nunca hubiera encontrado de otro modo.

Una posibilidad enorme que debo agradecer.

La conocí a través de su blog “El ojo ajeno”.

El blog es un espacio luminoso, que nos invita a asomarnos a la intimidad de los escritores a los que conocemos por sus libros. Las fotos de Uri Gordon, son hermosas, pero además nos permiten observar esos detalles cotidianos que nos dicen mucho de quienes nos hablan. Las entrevistas de Silvia, siempre con su toque de calidez, nos abren la puerta que nos permite avanzar al lado privado de personas públicas.

Les recomiendo que no demoren en visitarlo, si es que aún no lo conocen…

Le pedí a ella misma que se presentara…y me sorprendió todo su recorrido (me había enterado que conocía a mi querida Yolanda, pero no sabia todo lo que habían hecho juntas)

“..Viví muchos años en Colombia y comencé mi carrera en el mundo de la lectura y los libros en Fundalectura (antes era la Asociación Colombiana para el Libro infantil y juvenil). Trabajé allí cerca de siete años, junto a Silvia Castrillón, María Elvira Charria (ambas grandes referentes en Latinoamérica) y conocí a Yolanda Reyes, que era muy joven como yo y empezaba con Espantapájaros. Con Yolanda trabajamos muchísimo juntas (hasta escribimos una serie para TV). Fui también docente en todos los niveles.

Cuando regresé a Buenos Aires, trabajé en Quirquincho, allí conocí a muchos de los autores con quienes mantengo amistad. Luego fui a Norma y poco después me convocaron del Cerlalc para coordinar un proyecto maravilloso que se llamó "La gran aventura de leer y escribir". Por ese proyecto regresé a Bogotá y estuve tres años. Volví a la Argentina porque ya no quería seguir viviendo fuera del país y me vinculé a Editorial Atlántida donde fui editora y luego Directora editorial por diez años. Cuando la compró Televisa me fui y estuve un tiempo trabajando para Fundación Leer y luego entré en Sigmar como jefa de ediciones, donde sigo actualmente.

Entre tanto seguí escribiendo (a veces para la TV) y realizando trabajos free lance. Trabajé en un bachillerato Popular como profe de Lengua, en fin, un poco aquí y un poco allá. “…

Es también escritora, así que si quieren disfrutar un texto de su autoría, les dejo este link de Imaginaria. Pueden leer un fragmento de “Viva el miedo”, libro escrito a cuatro manos junto con su hermana Cristina Portorrico, (...por si llegaron a creer que las brujas no existen).

http://www.imaginaria.com.ar/04/7/miedo.htm

¡Gracias Silvia por entrar como protagonista en un blog ajeno!…


¿Qué recuerdos tienes de tu inicio lector? ¿Qué libro, relato, historia de la infancia recuerdas especialmente?
Recuerdo de manera especial los relatos que me leía mi mamá en un libro que nunca pude volver a conseguir llamado "El herrero armonioso". El segundo libro que recuerdo, en realidad son dos: una recopilación de cuentos de Menéndez Pidal que me regaló mi papá a los nueve o diez años y me veo leyendo una y otra vez esas maravillosas historias que solo tenían pequeñas viñetas ilustradas en blanco y negro. Eran libros gordos que yo deseaba fervientemente que no se terminaran nunca.

¿Quién o quiénes te acercaron los primeros libros, o las primeras historias en tu niñez? ¿Cómo llegaste a ellas?
El recuerdo de mi inicio lector está asociado de manera automática a mis padres. Fueron ellos los que me acercaron a la lectura, me rodearon de libros y con sus voces amorosas, me acunaron con nanas, canciones y poesías.

¿En qué lugar de tu infancia te recuerdas leyendo? Si tuvieras que describirme una imagen tuya en tus inicios lectores ¿cuál sería?.

Tuve dos maneras de relacionarme con los libros durante mi infancia, cuando ya conseguí ser una lectora autónoma. La primera fue la convencional: lecturas en mi cama o debajo de un árbol que había en el jardín. La otra fue jugando, construyendo casas, ciudades enteras con los libros como objetos, ladrillos, puentes. Tal como lo describe Lygia Bojunga en un hermoso texto. Los libros de la biblioteca familiar eran mis juguetes.

Hoy en día ¿en qué lugar te gusta leer? ¿Tienes algún hábito o costumbre que te caracterice al momento de comenzar a leer, o al escoger un libro?
Por mi profesión de editora, podría decirse que me paso el día leyendo. Pero no siempre son mis lecturas favoritas. Cuando puedo leer los libros que elijo para mí, usualmente lo hago en la cama, antes de dormir y, ahora que me regalaron un kindle, también en el colectivo y los sitios donde hay que esperar a que te atiendan, colas en los bancos, etcétera.

Si tuvieras que elegir una palabra (pueden ser dos, o más) para describir lo que significa un libro para vos ¿cuál o cuáles serían?

Un libro  es como una extensión de mi cuerpo, parte inherente a mi persona. Algo que no me imagino que me pueda faltar. (Esas fueron muchas palabras. Si me pedís una sola palabra, podría ser: satisfacción).
  
Si tuvieras que decir lo que significa para vos la lectura en pocas palabras, ¿cuáles serían?

Se me ocurre una imagen, tal vez sea una pavada, pero se me ocurre algo así como el Big Bang, la lectura como un universo en expansión, y si te preguntás hacia dónde se expande el universo, te volvés loco, bueno, algo así. Yo siento que me expando cuando leo, incluso cuando leo algo que considero de poco interés, siempre me deja algo nuevo. Me ayuda a construir mis preguntas clave, aunque pocas veces encuentre respuestas. También leer algo bien escrito me produce un intenso placer estético.

¿Qué estás leyendo en el momento en que te ha llegado esta entrevista? O ¿qué estás buscando leer?

Tengo una pila en mi mesita de luz. Ahora estoy leyendo Infancia, de Coetzee, que me regaló mi hijo para mi cumpleaños.



Y a continuación me espera uno de Santiago Gamboa, de Andruetto, Sergio Aguirre, Vaccarini y Padura, entre otros, pero no sé en qué orden los iré eligiendo.




sábado, 15 de agosto de 2015

Entrevistas: Iris Rivera





   Nacer a la lectura y más...

       "Antes de poder leer palabras escritas en mi casa me dieron a leer palabras de aire"




 Roberto Sotelo publicó en Imaginaria en 2012 sobre Iris:

"Iris Rivera nació en Buenos Aires Es maestra y profesora en Filosofía y Ciencias de la Educación.

...Trabajó como docente de nivel primario y secundario en escuelas oficiales durante 25 años. Paralelamente con la carrera docente, comenzó a publicar literatura infantil como autora y se especializó en formación de mediadores entre las personas y los libros."

(los invito a seguir leyendo en  http://www.imaginaria.com.ar/2012/11/iris-rivera/)

Creo que ser maestra la define. 


Iris es un estado de atención, una escucha atenta.

Nos deja pensando, sus comentarios nos provocan. Sus devoluciones, no nos señalan un destino, sino que nos inician en la búsqueda.

    Tengo la suerte de que sea mi maestra. Cada quince días nos abre la puerta de su taller, para jugar a ser escritores y lectores, a mí y a otros maravillosos compañeros de ruta. 

  Ese espacio se convierte en refugio, pero también en punto de partida hacia nuevas aventuras. 

Somos el tendal en donde el árbol va dejando caer sus frutos...

Ella misma ha sido una magnífica aprendiz , durante años concurrió al taller de Laura Devetach (cuando nos reunimos en esa caja llena de..., se siente el espíritu de Laura sobrevolando) 


  
Hace unos años atrás me enteré que estaba cursando la Diplomatura en Literatura Infantil y Juvenil en la UNSAM.

En mi opinión,   los mejores maestros nunca dejan de ser alumnos.

Como escritora ha sido varias veces premiada. El año pasado la Fundación Kónex le entregó el diploma al mérito en la cátegoría Literatura Infantil (premio a una trayectoria en las letras que  se otorga cada 10 años). 


    También tiene en su poder una carreta,  dado que en 2011 le entregaron el Premio Pregonero, en la categoría "Especialista" por su labor en la difusión del libro y la lectura.

  Voy a escoger un libro entre todos los muchos de su autoría para recomendarles se llama "Manos Brujas" ilustrado por Tania de Cristóforis publicado en Quipu.


Tiene un cuento que me encanta, "No cualquiera pone un huevo", que relata lo que le pasó a Catalina, la gallina, justamente cuando poner un huevo le resultaba una tarea imposible...Una gallina triste en un relato con mucho humor que disfrutan grandes y chicos por igual.....


Lo escojo por dos motivos, uno por las satisfacciones que me ha dado al leerlo en voz alta con otros, y también porque  me llegó de las amorosas manos de Verónica Alvarez Rivera el año pasado en la Feria del Libro Infantil.

Fue mágico, nos conocimos, hablamos de que era bióloga y ahí nomás me llevó a los tirones al stand de Quipu y me dijo:

- Tenés que leer este libro, es justo para vos.

Era cierto.

    


Por eso lo elijo dos veces, siempre prefiero los libros que nos llegan arropados por generosas manos lectoras...


Iniciamos entonces esta serie de entrevistas a gente querida.


Espero la disfruten tanto como yo...
                                                                                                                                                                                                         
  
¿Qué recuerdos tienes de tu inicio lector? ¿Qué libro, relato, historia de la infancia recuerdas especialmente?

Antes de poder leer palabras escritas, en casa me dieron a leer palabras en el aire. Vengo de una familia en la que a los adultos se le daba por cantar mientras hacían otras cosas. Zambas, tangos, canciones de la España de mis abuelos, canciones patrias nuestras también. Canciones con historias que daban pena o daban miedo o daban risa. Ahora que estás ausente/mi canto en la noche te llega… Yo tenía una chancha, vidalita, con siete chanchitos/ se murió la chancha, vidalita/quedaron solitos… Pisa morena, pisa con garbo/ que un relicario, que un relicario me voy a hacer… Yo lluvía llave llevo treinta abriles sobre mí/ yo soy pobre, soy enredo, soy honrado y no soy gil… Salve Argentina, bandera de mi patria…
El primer libro que recuerdo es el cuento de "La bella durmiente". Lo estoy viendo. Veo sus imágenes y ya lo puedo leer. Leo una y mil veces el momento en que la última hada cambia el hechizo de muerte por el de dormir hasta que a la bella la despierte un beso.

¿Quién o quienes te acercaron los primeros libros, o las primeras historias en tu niñez? ¿Cómo llegaste a ellas?

Mi mamá compraba libros en los kioscos. Mi abuela me traía un libro o un disquito de pasta cada vez que cobraba la jubilación. Pero también había una biblioteca en mi casa. Heredé ese mueble, lo conservo. Ahora tiene y sostiene mis libros. Quedó chica y hubo que acompañarla con otras más.
  
¿En qué lugar de tu infancia te recuerdas leyendo? Si tuvieras que describirme una imagen tuya en tus inicios lectores ¿cuál sería?

 En un pasillo de baldosas que daba a una puerta por la que se salía al patio, verano, mucho calor, hora de siesta, panza al piso. 

Hoy en día ¿en qué lugar te gusta leer? ¿Tienes algún hábito o costumbre que te caracterice al momento de comenzar a leer, o al escoger un libro?

A la luz del  velador, en el baño, en el tren, en el subte, en el colectivo, en un bar, en la cola de lo que sea, en cualquier lugar donde tenga que esperar.  Mi único hábito sería tratar de ponerme cómoda para que al ratito no me empiece a doler mucho la espalda. 

Si tuvieras que elegir una palabra (pueden ser dos, o más) para describir lo que significa un libro para vos ¿cuál o cuáles serían?

Tentación. 

Si tuvieras que decir lo que significa para vos la lectura en pocas palabras, ¿cuáles serían?

Ser y estar.

¿Qué estás leyendo en el momento en que te ha llegado esta entrevista? O ¿qué estás buscando leer?

Recién terminé de leer "El bigote", de Emmanuel Carrere. 





Estoy leyendo "La nostalgia feliz", de Amélie Nothom,



…. intercalado con los "Cuentos completos", de Juan José Saer



… y con "El arco y la lira", de Octavio Paz.






En la mesa de luz me esperan:  "Más allá del olvido", de Patrick Modiano 






… y "La lectura, otra revolución", de María Teresa Andruetto.


















 ¡GRACIAS IRIS POR ESTAR! 


             Los esperamos pronto en la próxima Entrevista