sábado, 2 de enero de 2021

Leyendo mujeres: Yayoi Kusama



imagen: Télam


Entre algunas posibilidades que me da el espacio del blog, es conocer a nuevas artistas, y mujeres que han abierto camino. A medida que voy conociéndolas, me gusta compartirlo, en esta sección "Leyendo  mujeres".

Había escuchado hablar por primera vez de esta artista una vez cuando vino a Bs As su muestra para ser presentada en el MALBA, a la que no pude asistir, pero no había leído acerca de ella.

Al empezar a explorar su vida me pareció asombrosa.


Una persona que transformó su "anormalidad" en su normalidad, en su arte, en parte ineludible de su valor para que los demás disfrutaran su mundo.


Me resulta fascinante, como en otros casos, que su enfermedad mental, es lo que la hace seguramente tan especial. Como dicen en el documental, termina siendo tan cuerda en su locura.

Actualmente por lo que he leído (y desde hace décadas) habita un hospital psiquiátrico y sale unas horas al día para ir al estudio y trabajar.

Me atrapa esa vibración del color, esas formas redondeadas, esa intervención en lo cotidiano. Esos puntos que avanzan y lo conquistan todo, por lo que he entendido tienen que ver con que en su vida cotidiana se le aparecían, por lo que los utilizó como parte de su arte, y cambio la percepción que tenían los otros de su mundo, para de algún modo adaptarlo al que ella veía.

Nació en Japón y lo que se esperaba de ella, era que fuera una buena esposa, no una genial artista.


Ese quiebre con lo que se esperaba de ella, y lo que se espera en general de las mujeres en esa cultura, la muestra como una valiente. Lo que la llevó a Nueva York fue su decisión de hacer arte, pero también volvió a su lugar natal Japón y decidió comenzar nuevamente.

La artista de 91 años, reconocida por su obsesión por los lunares de colores y las calabazas gigantes, compartió sus palabras a través de la página web de la galería Victoria Miró, en este momento de pandemia.


“Hoy, con el mundo enfrentado al Covid-19, siento la necesidad de dirigirme a él con este mensaje”, dice la artista cuyas exposiciones para el 2020 -en el Museo Hirshhorn de Washington D.C. y en el Jardín Botánico de Nueva York- debieron ser suspendidas.




Este es el poema que publicó en sus redes:

Aunque resplandece fuera de alcance, sigo rezando para que la esperanza brille

Su brillo ilumina nuestro camino

Este tan esperado gran resplandor cósmico

Ahora que nos encontramos en el lado oscuro del mundo

Los dioses estarán allí para fortalecer la esperanza que hemos extendido por todo el universo

Para los que se quedan atrás, la historia de cada persona y la de sus seres queridos

Es hora de buscar un himno de amor para nuestras almas

En medio de esta amenaza histórica, un breve estallido de luz apunta al futuro

Cantemos alegremente esta canción de un futuro espléndido

Vamos

Abrazados con profundo amor y los esfuerzos de personas de todo el mundo

Ahora es el momento de superar, de traer la paz

Nos reunimos por amor y espero cumplir ese deseo

Ha llegado el momento de luchar y superar nuestra infelicidad

Al COVID-19 que se interpone en nuestro camino

Le digo que desaparezca de esta tierra

Lucharemos

Lucharemos contra este terrible monstruo

Ahora es el momento de que la gente de todo el mundo se ponga de pie

Mi profunda gratitud a todos los que ya están luchando.


                            Yayoi Kusama


Más información de la autora aquí:
http://www.alejandradeargos.com/…/41530-yayoi-kusama-biogra…


viernes, 1 de enero de 2021

Mujeres de palabra: Camila Sosa Villada, para comenzar el año en poesía



Camila Sosa Villada nació en La Falda una ciudad dentro de la Pcia de Córdoba, el 28 de enero de 1982 es una escritora y actriz transgénero. Este año 2020 su novela "Las malas" ganó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.

Su vida fue difícil desde siempre pero logró sobreponerse, o reinventarse a partir de eso. Estudió Comunicación en la Universidad de Córdoba, luego Teatro en la misma Universidad. Sufrió privaciones, persecución, discriminación. En 2009 estrenó una obra teatral, "Carnes tolendas, retrato escénico de un travesti", que le valió reconocimiento como actriz. Hizo cine y teatro. Tiene publicado un libro de poemas " La novia de Sandro" ( el nombre de su blog cuando muy jovencita comenzó a escribir), un libro sobre la escritura " El viaje inútil" y "Tesis sobre la domesticación".


"...la escritura debe ser provocadora y brutal. Qué clase de escritura sería aquella que llega pidiendo permiso y por favor y gracias. Me gusta que lo leído tenga el método de un asalto, que me encuentre en la calle y en unos minutos me deje desnuda y temblando. Y una, mal que le pese, escribe cosas que le gustaría leer, en eso es como actuar o como cantar: una hace lo que le gustaría ver."
Acá la pueden ver en una entrevista muy original, para CePPA UNC. (pueden escuchar ahí el origen de su nombre entre otras cosas)

Les dejo este poema de Camila para comenzar el año


Ante la invasión de frases hechas con mano de obra barata,
Ante los consejos hechos por esclavos en sótanos,
Ante la repetición sucesiva de dichos de mala calidad,
Con poca garantía, que no funcionan a 220,
Ante tanta galletita de la fortuna que siempre dice lo mismo,
Ante tanto horóscopo escrito por sorteo,
Resolvemos:
Cuando alguien le diga:
Debe resolver lo que tiene muy adentro,
Usted vaya y plante un árbol,
No importa dónde, en una maceta grande,
En su balcón, al lado de la ventana con más luz de su casa.
Cuando alguien le diga que no se puede amar a los demás,
Si no se ama a sí mismo,
Usted péguele un sopapo.
Cuando esté cansado de la vida,
sepa que no todo lo bueno de este mundo
requiere sobrehumanos esfuerzos.
Cuando el optimismo ajeno lo ponga pesimista,
Lave su ropa a mano.
Cuando alguien le diga que el tiempo lo cura todo,
Usted limpie su casa, regale las cosas que hace mucho tiempo no toca,
Repare lo que se ha roto por negligencia, por abandono o por demasiado uso.
Cuando le impongan algo,
Rebélese. No acepte autoridad alguna.
Cuando sienta dolor por la felicidad ajena,
Por los bienes ajenos, por la mujer o el hombre del prójimo,
Sepa que la vida es más que eso,
La gente muere, los niños mueren,
Los amantes se separan,
Árboles de 300 o 400 años de antigüedad son talados
Y en su lugar ponen un McDonald’s.
Soportar la sonrisa de los demás es también un sacerdocio.
Cuando quieran obligarlo a querer,
Usted siga su olfato, que nunca falla.
Cuando le digan que lo único que importa es el presente,
Usted mire sus fotografías, prepárese un café,
Préndase un porro, mire el rostro de sus padres, de sus abuelos,
De sus amigos de la infancia,
Tome una copa de vino, y entienda que el pasado es más enorme
Que toda nuestra filosofía de oro catorce quilates.
Todos los maestros están ahí, el presente es un engaño.
Ni siquiera tenemos pruebas de que realmente estamos viviendo.
Cuando alguien le diga que hemos venido a ser felices,
Usted regale un abrigo a alguien que está en la calle,
Adopte un perro, invite a sus amigos a comer,
Olvídese de esa responsabilidad tan egoísta.
La felicidad no debe ser una obligación,
Ser solidario sí!
Cuando le digan: salí! Conocé gente! Olvidalo! No te merecía!
Usted llore, llore todo lo que pueda, ponga un disco con viejas canciones tristes,
Emborráchese y entre en esas curdas depresivas hasta que no le quede
Una puta lágrima por llorar, después lávese la cara con agua bien helada
Y búsquese un amante, un negro bien lindo, una negra bien linda,
Que lo deje hecho un papel mojado sobre la cama.
Cuando se sienta solo, haga una huerta.
Cuando en las revistas y la televisión no den otra alternativa
Que la fascinación por la gente bella,
Usted coquetee con el basurero, con el albañil,
Con el obrero que todos los días carga pesos enormes sobre la espalda,
Porque ningún bello profesional de ojos celestes,
Le hará el amor con más entrega y menos remilgos que un chico de barrio.
Cuando le digan que la fé mueve montañas, que todo va a cambiar,
Usted salga a correr, haga ejercicio, hasta que las piernas se le desmayen,
Y comprendan que en las variables del mundo,
La fe es tan particular que sólo los milagros se atribuyen su influencia,
Y milagros hay pocos, ya lo sabe, tal vez el último milagro
Haya sido Lhasa de Sela y está muerta y enterrada varios metros bajo tierra.
Cuando quieran inyectarle alegría vacua, ignorante alegría
Que es pan para hoy y hambre para mañana,
Usted lea un libro, mastúrbese, sea amable con los vendedores,
Con los choferes de los colectivos,
No se rinda tan fácil en la amabilidad,
Sonría a las personas en la calle,
Deje esa alegría barata para los que comen vidrio.
Acepte la tristeza, dele la mano, sírvale un trago,
En algún momento se cansa y se va, o al menos se duerme.
Cuando le digan que busque consuelo en dios,
Usted escuche blues, vaya al teatro,
Mire algo de cine en blanco y negro.
Cuando esté aburrido, sin corazón, lleno de resentimiento,
Y las putitas de la miseria le digan que la vida es color de rosa,
Que la alegría de vivir y toda esa porquería de polietileno,
Usted mejor acérquese donde es necesario,
Sus padres, sus hijos, sus amigos, millones de desconocidos
En los hospitales, en los asilos, en las sombras de callejones atestados de perros sin dueños,
Alguien, o algo depende de usted.
Le harán creer que las respuestas están dentro suyo,
Lo tendrán eternamente escarbando en los traumas de su niñez,
Y las respuestas están en el mundo, ahí afuera y en los otros,
Haciendo se encuentran las respuestas que escapan al azar.
El alma de un hombre es demasiado honda,
Y tiene hambre, y traga sin masticar.
A los océanos se les pone la piel de gallina al pensar
En la profundidad de las almas de los hombres.
Y al fondo está llena de peces horribles, ciegos y agresivos.
Mejor hacer algo por la vida sobre la tierra,
Ahora que respiramos y que al menos en nuestro país, el agua es casi gratis.

Camila Sosa Villada