lunes, 26 de diciembre de 2016

LEYENDO 2016: Konrad o el Niño que salió de una lata de conservas


Una de las propuestas que me hice en Año Nuevo fue continuar leyendo a Christine Nöstlinger. 

Lamentablemente de esta prolífica autora alemana ganadora del premio Andersen, no se consiguen todos sus libros en Argentina. Gracias a mi amigo Roberto Sotelo, en los últimos tiempos he ido encontrándome con algunos. 

Lamentablemente este año, no pude leer todo lo que hubiera querido, pero este libro me llegó especialmente.




Autora: Christine Nöstlinger
Editorial: Alfaguara
(tengo una versión viejita, que compré usada, creo que ha salido una versión nueva de loqueleo)

Konrad es un niño que llega a la casa de la Sra Bartolotti en una lata.

Situación totalmente inesperada, en un libro que sorprende, encanta y nos deja pensando. 

La Sra Bartolotti, no es una persona como otras, y no le interesa encajar, sino por el contrario, le gusta salirse del molde. Vive sola, hace lo que le gusta, y no rinde cuentas a nadie.

"La señora Berti Bartolotti se sentó en la mecedora y empezó a desayunar. Se tomó cuatro tazas de café, tres panecillos con mantequilla y miel, dos huevos pasados por agua y una rebanada de pan negro con jamón y queso y una rebanada de pan blanco con foie-gras de ganso. Como la señora Bartolotti se mecía mientras comía y bebía - al fin y al cabo las mecedoras son para mecerse - su bata azul celeste acabó llena de manchas marrones, de café, y amarillas, de huevo. Además, gran cantidad de migas de pan le cayeron por el cuello de la bata.

La señora Bartolotti se levantó y empezó a saltar sobre un pie por el cuarto de estar hasta que todas las miguitas hubieron caido de la bata. Después se chupó los dedos pegajosos de miel. Entonces se dijo a sí misma:

- Criatura, ahora vas a lavarte y a vestirte como es debido, y a ponerte a trabajar, ¡pero rápido!

Cuando la señora Bartolotti hablaba consigo misma, siempre se decía "criatura"..."

Como pueden ver la Sra Bartolotti, tiene un caracter especial no es un adulto como otros, pero además...No un niño en su vida

A pesar de eso termina aceptándolo, y lo que es más importante (para ambos), hasta se encariña con él.

Es una mamá muy especial para Konrad que resulta un niño modelo, o un modelo de niño.


Pero Konrad necesita un papá, así que un farmacéutico amigo se hace cargo de este rol. No podría haber una pareja más dispar como padres de este niño ejemplar.

Al ir transcurriendo las páginas (de un libro que se lee de un solo tirón, con disfrute y carcajadas incluidas), vemos como van cambiando los protagonistas, y con ellos uno mismo (o por lo menos, me ocurrió a mí).

Ese choque con lo establecido, la crítica a la sociedad y a lo políticamente correcto es una marca de la autora.
 

También lo es el humor, tan necesario a veces.

Para leerlo con los hijos, no tan pequeños, y reírse con ganas.  


Tanto de la historia, como de nosotros...como padres.

(Sigo pensando que tendríamos que hacer un grupo de lectura de Christine y de Roald, quizás alguno de ustedes quiera recoger el guante).


Si buscan otra reseña en el blog encontrarán la de Por favor, vuelve a casa (otro tipo de libro, para encontrarse a Christine)






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